Durante la época navideña, no son pocos los ejemplos de dulces que se consumiran en España, probablemente en una cantidad muy superior a la recomendada por cualquier profesional sanitario. Si bien es cierta la expresión de que "un día es un día" y que a nivel psicológico sí es recomendable echar mano de estos postres de forma puntual, la realidad es que se suele realizar de forma excesiva en estas fechas.

Sin embargo, hay algunas alternativas a tener en cuenta que podrían funcionar como versión sana de dulce navideño, aunque siempre sin caer en los excesos: la fruta desecada, pero no escarchada y sin ningún tipo de azúcar añadido o glaseado.

Esa es la conclusión a la que han llegado los investigadores de la Universidad del Estado de Pensilvania. En su reciente trabajo, sugieren que el consumo de fruta desecada se relacionaría con mejoras en la salud, aunque habría que tener cuidado con las cantidadades y evitando caer en los excesos. Así lo indica Valerie Sullivan, investigadora postdoctoral de la Escuela de Salud Pública Boomberg de la Universidad Johns Hopkings y estudiante de posgrado de la Universidad del Estado de Pensilvania, además de autora principal del presente estudio.

Según Sullivan, la fruta desecada podría ser parte de una dieta saludable, con algunas salvedades: consumir fruta desecada ayudaría a cumplir con las cantidades mínimas de nutrientes necesarios para el día a día, siempre y cuando se consuman sin azúcar añadido y se controlen correctamente las cantidades. De hecho, este último punto es el más problemático, dado que una porción de fruta seca es más pequeña que una porción de fruta fresca. Y, por tanto, menos saciante. Es mucho más fácil caer en el exceso en consecuencia.

Ventajas

Sin embargo, tiene algunas ventajas sobre la fruta natural: es más fácil consumirla como snack, más portatil, más fácil de conservar y almacenar, e incluso puede llegar a ser más económica en determinados casos. 

En estudios previos ya se habría sugerido que una mala alimentación contribuiría a casi la mitad de las muertes por enfermedad cardiovascular en Estados Unidos, siendo la falta de consumo de fruta, ricas en gran cantidad de nutrientes y fibra, uno de los factores más relacionados con dicha mala alimentación.

Aún así, habría otros factores a tener en cuenta para explicar este insuficiente consumo de fruta en el país norteamericáno, como es la disponibilidad, el precio y la rapidez con la que se estropea. En este trabajo se intentó objetivar si la fruta desecada, muy típica en Navidad, podría ser una buena alternativa a la fruta fresca en muchos aspectos, incluyendo su precio.

El estudio

Para averiguarlo, los investigadores usaron datos de 25.590 participantes de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de los Estados Unidos. Los participantes proporcionaron datos sobre todos los alimentos que habían consumido las 24 horas anteriores, incluyendo la fruta desecada. Además, también se recopilaron datos sobre su salud cardiometabólica, como su índice de masa corporal, la circunferencia de su cintura, su presión arterial y la calidad general de su dieta.

Según los hallazgos del estudio, de media, aquellos individuos que informaban sobre consumo de fruta desecada solían tener también dietas más saludables, un menor índice de masa corporal, una menor cintura abdominal y mejores datos de tensión arterial.

También se examinaron algunos días diferentes al de la encuesta, con el objetivo de comparar la dieta entre los días que se consumía fruta desecada y los que no. Gracias a estos datos, también se objetivó que los participantes comían más fruta en total los días que echaban mano de la fruta desecada respecto a los días que no la consumían.

Pero, eso sí, los días que consumían estas frutas secas también había un mayor consumo calórico general respecto a los demás días. Aún así, los parámetros cardiometabólicos seguían siendo mejores en comparación a los que no consumían este tipo de fruta.

Por tanto, los investigadores sugieren que la incorporación de frutas secas sería recomendable, siempre prestando atención a las porciones y las cantidades, y evitando caer en los excesos. Además, aconsejan usar la fruta seca como sustituto de otro tipo de dulces, como sería el caso de los turrones y mazapanes navideños.

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