La lechuga se puede disfrutar todo el año y se cultiva en todos los climas. A la hora de elegir una hay que tener en cuenta que las hojas de color verde intenso, que suelen ser las menos tiernas, son precisamente las más ricas en vitaminas y minerales. Es fuente de vitamina C y folatos. También posee pequeñas cantidades de fósforo, potasio, hierro y calcio.
Contiene flavonoides, fundamentalmente quercetina. Según diversos estudios, estos compuestos aportan propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas, antitrombóticas y anticancerígenas.
"Es importante consumir una variedad de compuestos flavonoides diferentes que se encuentran en diferentes alimentos y bebidas a base de plantas. Esto se puede lograr fácilmente a través de la dieta: una taza de té, una manzana, una naranja, 100 g de arándanos y 100 g de brócoli proporcionarían un amplia gama de compuestos flavonoides y más de 500 mg de flavonoides totales", según Nicola Bondonno, investigador de la Universidad Edith Cowan, en Australia.