Este estudio supone la primera evaluación de los niveles de fraude en estas especies con muestras de doce supermercados y pequeños comercios que ofrecen pectínidos presentados como productos frescos, congelados y enlatados, así como en 18 restaurantes que ofrecen "zamburiñas" en Asturias y dos restaurantes de otras provincias. Se realizaron identificaciones taxonómicas y genéticas de las muestras obtenidas, utilizando fragmentos parciales de ARNr del gen 16S mitocondrial.
La legislación española, en consonancia con la regla de "un nombre, un pez", define el nombre "zamburiñas" para designar una especie específica: Mimachlamys varia. Aunque las sustituciones encontradas pueden no ser notables desde el punto de vista nutricional, las implicaciones económicas, y hasta sanitarias, pueden ser significativas por la diferencia en precios entre las especies estudiadas y el tipo y el origen de los productos usados para hacer las sustituciones.
El fraude alimentario puede implicar daños económicos, violaciones del derecho del consumidor y, sobre todo, efectos negativos sobre la correcta gestión y planificación de explotación de recursos marinos.
El artículo tiene como primera autor a la doctoranda Marina Parrondo Lombardía, que está realizando su tesis doctoral sobre el uso de herramientas genéticas para el manejo sostenible de los invertebrados marinos en explotación en Asturias.