El salmón es un pescado que ha sido tradicionalmente demonizado por su elevado contenido en grasas. Sin embargo, la ciencia ha demostrado que estamos ante un producto más que saludable, con un aporte importante en ácidos grasos omega-3, y con un perfil nutricional más que beneficioso para la salud. Su contenido en colesterol asciende hasta los 50 miligramos. Sin embargo, tampoco se relaciona con la hipercolesterolemia ni con un mayor riesgo de muerte cardiovascular. De hecho, su consumo ayuda a reducir el colesterol malo o HDL y el riesgo cardiovascular, según distintos estudios.
Además, el salmón es un pescado que también es rico en vitamina D, vitamina B12, vitamina A y distintas proteínas saludables. Por esta razón, su consumo tiene importantes efectos positivos en el organismo, entre ellos, la prevención de enfermedades cardiovasculares, que contribuyen a mantener a raya los niveles de colesterol, y además cumplen una importante función en el desarrollo del cerebro.