El experto en seguridad alimentaria del CSIC Alfonso Carrascosa considera prácticamente imposible que el salmón europeo haya podido llegar a China contaminado con COVID-19 y agrega que "actualmente, no hay evidencia científica" de que el coronavirus sea transmisible por alimentos.
Un rebrote de la enfermedad afecta a Pekín y, según los primeros datos, el virus habría sido detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado en Xinfadi, el principal mercado mayorista de la ciudad.
El epidemiólogo Yan Peng dijo a la cadena CCTV que, según una investigación preliminar, "la secuencia del genoma muestra que el virus fue importado desde Europa".
Carrascosa señala que hay estudios sobre la posibilidad de la transmisión de virus a través de alimentos y que la "frecuencia es bajísima", pues para reproducirse necesitan células vivas, y en el caso de los virus respiratorios como la COVID-19 "todavía menos".
El experto analiza las posibilidades de que en Europa el virus pudiera llegar a un alimento, en concreto el salmón, y de ahí exportarse, tras lo que no encuentra esa hipótesis factible.
Una de las posibilidades sería que un operario de una empresa de alimentos esté trabajando mientras tiene la enfermedad y que lo haga sin un traje de protección -algo que recuerda que está prohibido-, y lo transmita tosiendo o manipulando el producto, lo que en el espacio europeo de seguridad alimentaria "es hartamente improbable".
La segunda opción sería que un vertido de aguas fecales llegara a una piscifactoría, una probabilidad también nula -dice- en un espacio como el europeo, que es "el más seguro del mundo en cuando a distribución de alimentos".
Carrascosa considera que una acusación de ese tipo tiene que demostrarse y recordó que China está "a años luz del espacio europeo de seguridad alimentaria".
"Si se ha identificado el lugar dónde apareció el virus, tiene que haber una trazabilidad molecular perfecta, que se hayan recuperado unidades infectivas" o trazas de ARN de COVID-19 de la tabla. Además habría que asegurar que en ella solo se había cortado salmón procedente de Europa.
Carrascosa apunta la posibilidad de que alguien, deambulando por el mercado, tosiera sobre la tabla o sobre cualquier otro alimento y que el repunte "no tenga nada que ver con un brote de alimentos".
Además, una vez comprado, el salmón llega a casa donde es cocinado, lo que destruye los virus, y es comido y no inhalado, agrega el experto, quien recuerda que el "vehículo perfecto de transmisión" para el actual coronavirus es la inhalación.
El experto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) indica que hoy, precisamente, se ha tomado un aperitivo, "de una lonchitas de salmón europeo con vino de rioja" y lo ha hecho "con total tranquilidad".