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1 de 5 La sabiduría del refranero popular
El refranero español ha sido desde tiempos inmemoriales una fuente de sabiduría popular a la que muchos se agarran para esgrimir sus argumentos a la mínima de cambio. Los dichos, que expresan consejos, pensamientos o ideas, ahondan en múltiples y variopintas temáticas: desde el amor o las relaciones de pareja, pasando por la meteorología, la religión o, por supuesto, la alimentación. La principal fuente de la que brotan estas máximas no es otra que la experiencia o la tradición.
Así, existen cientos de refranes que hablan sobre la comida o la cena; sobre el vino y el pan; sobre las legumbres, sobre la carne, la verdura o los huevos. Y si bien es cierto que no todos han demostrado ser verdad con el paso del tiempo, no menos cierto es que, en muchos casos, la ciencia ha confirmado que aquella frase que te repitió tu abuela durante años no estaba falta de razón.
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2 de 5 Con verde, pimiento y pepino tendrás tipo fino
El dicho viene a resumir la filosofía en la que se basan muchas dietas de pérdida de peso que se realizan en nuestros días. Grosso modo: la verdura es tu mejor aliado para quitarte esos kilos de más. Son numerosos los estudios que han demostrado las bondades de la lechuga, el pimiento, el pepino o el tomate a la hora de combatir la obesidad. Por citar sólo alguno de ellos, una revisión publicada en 2015 por científicos alemanes demostró que las personas que consumen más frutas y verduras tienen un menor riesgo de acumular grasa y engordar.
No es ni mucho menos el único trabajo científico que apunta en esta dirección. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda aumentar el consumo de frutas y verduras en la población no sólo para prevenir toda una serie de enfermedades no transmisibles, sino también porque “pueden contribuir a prevenir el aumento de peso y reducir el riesgo de obesidad”.
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3 de 5 Una manzana al día, del médico te ahorraría
Los beneficios del consumo de frutas también han sido demostrados por la ciencia desde hace décadas. ¿Cuántas veces has escuchado la recomendación de tomar cinco raciones de fruta y verdura al día para mejorar la salud? Según datos de la OMS, la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa alrededor del 19% de los cánceres gastrointestinales, el 31% de las cardiopatías isquémicas y el 11% de los accidentes cerebrovasculares.
Algunos estudios apuntan que las manzanas y los flavonoides que ésta y otras frutas contienen tienen efectos beneficiosos en la prevención de esta enfermedad. Así, según un metaanálisis publicado en 2016, el consumo de manzanas en concreto está asociado con “un riesgo reducido de cáncer en diferentes sitios anatómicos”.
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4 de 5 El aceite de olivar espanta el riesgo cardiovascular
El aceite de oliva virgen extra es uno de los emblemas de la gastronomía patria que más refranes protagoniza. El también llamado ‘oro líquido’ da lustre no sólo a las ensaladas, sino que es el ingrediente que eleva sobremanera el nivel de un montón de recetas y platos tradicionales de nuestra cocina. Además, distintos estudios han demostrado que se trata de un aliado más que efectivo para nuestro sistema cardiovascular.
El último estudio científico en corroborar estas bondades fue publicado hace apenas un mes en la revista Journal of the American College of Cardiology y tiene entre su lista de autores a dos importantes investigadores españoles que trabajan en el departamento de Salud Pública de la Universidad de Harvard: Marta Guasch-Ferré y Miguel Ángel Martínez-González. Los resultados confirman la máxima del dicho: las personas que consumen media cucharada (unos 7 gramos de este ingrediente) al día reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 14%.
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5 de 5 Caballa, sardina y salmón agradece tu corazón
El pescado azul es un alimento rico en grasas saludables que tiene numerosos beneficios para la salud. La Sociedad Española de Cardiología (SEC), sin ir más lejos, recomienda el consumo de sardina, salmón o caballa al menos durante dos veces por semana. ¿Por qué este alimento es bueno para el corazón? El principal valor de este tipo de pescado reside precisamente en la grasa insaturada, que es rica en ácidos grasos omega-3.
Así, por ejemplo, en el caso de las sardinas, el aporte de una simple ración "llega a cubrir el 100% de los objetivos nutricionales recomendados para la ingesta diaria de la población". Uno de los últimos estudios publicados sobre el pescado concluye que su consumo "está asociado a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, depresión y mortalidad, y por lo tanto puede considerarse una fuente saludable de proteína en la dieta basada en animales".
