A todos ha pasado levantarnos más tarde de lo normal para ir al trabajo y, para ganar
tiempo, aprovechar ese café que quedó en la cafetera el día anterior. Si bien es cierto que, en estos casos, no existe mayores problemas, también lo es que esta no es la forma óptima de tomar la apreciada bebida. Una pregunta que nos podemos hacer al respecto es la siguiente: ¿durante cuánto tiempo puede mantenerse el café hecho en buen estado?
1 hora: peor sabor
La respuesta admite diversos matices. En relación con el sabor, lo ideal es que desde la preparación hasta el consumo no medie más de una hora. Un plazo que puede ser mayor si se guarda en un termo hermético. El motivo de este corto periodo de tiempo es que el café continúa oxidándose incluso después de la preparación.
El proceso de elaboración del café en sí mismo es en realidad oxidación. Cuando los granos de café entren en contacto con el agua, comenzarán a liberar sus aromáticos, aceites y ácidos en el agua.
Esta reacción química es lo que produce el atractivo sabor que ofrece una taza de café. El problema radica en que este proceso de oxidación no se detiene una vez preparada la bebida. Al contrario, cuando se deja el café en reposo durante demasiado tiempo, la reacción entre el hidrógeno y el oxígeno da lugar a que se eleve el nivel de pH del café, lo que, a su vez, supone un incremento de su amargor. Además, para acabar de estropearlo, recalentar el café en el microondas es la mejor opción.
12 horas: peligro para la salud
Si bien durante la primera hora, el café hecho sigue un proceso de empeoramiento del
sabor, a las doce horas, además, será peligroso para la salud. Durante este tiempo, el café ha tenido tiempo para recoger motas de polvo y pequeñas bacterias presentes en el aire y proporcionar un contexto de humedad adecuado para facilitar la aparición y crecimiento de bacterias y hongos. Algo mucho más probable si, además, nos se ha tomado la prevención de cerrar el recipiente. En cualquier caso, incluso aunque estos microorganismos no hayan hecho acto de presencia, el sabor será muy poco, por no decir nada, agradable.
Se puede mantener el café preparado en el refrigerador hasta unos cinco días. Obviamente, durante este tiempo perderá su sabor y aroma, tan característicos, aunque los riesgos para la salud se minimizarán mucho, en tanto que las bacterias necesitan una temperatura más cálida que la que puede ofrecer cualquier refrigerador, por lo que eres bueno. Eso sí, hay que tener en cuenta que esto solo vale para el café recién hecho, sin azúcar ni lácteos añadidos.
Si se trata de café con leche, hay que ser consciente de que la bebida láctea se estropea más rápido al exponerse al aire, de tal forma que en el frigorífico no se recomienda consumirlo si han pasado más de veinticuatro horas. Un tiempo mucho menor si no ha estado en la nevera.
Una alternativa para quienes suelen preparar más café del que consumen al momento es preparar el café frío. El café preparado en frío tiene una vida útil mucho más larga que el café preparado en caliente, simplemente porque la química es diferente, aunque debido a que el aroma y los aceites de café se extraen a una temperatura muy baja, toma más tiempo prepararlo, pero el sabor dura mucho más. Con esta fórmula, el café puede puede durar hasta dos semanas en el refrigerador, en un recipiente hermético, sin endulzar.
Parece claro, a tenor de lo visto en este artículo tomar el café de un día antes no es la mejor de las opciones. Y, bien visto, ¿quién no prefiere un aromático café recién hecho?