La pizza es, probablemente, el plato por el que se generan menos discusiones en una familia. Se trata de un plato que disgusta a muy poca gente, pero no es una comida especialmente saludable: normalmente tiene carne procesada entre sus ingredientes, una capa de queso de poca calidad y una masa de harina refinada.
Pero, sobre todo, el principal problema de las pizzas es que se suele pedir a restaurantes o comprar precocinadas en los supermercados. Pasa lo mismo con las empanadas, los hojaldres y, en general, los productos que llevan masas. Para que las masas de estas recetas queden bien deben dejarse reposar y, por tanto, se dilata el tiempo de cocinado.
Aunque todavía existen valientes que están dispuestos a disfrutar de la elaboración de una pizza o una empanada desde cero, muchos consumidores hacen trampas y compran la masa precocinada. Se trata de una solución que acorta nuestra labor en la cocina, pero que contiene ingredientes con una peor calidad: mientras que en casa tendemos a utilizar aceite de oliva o mantequilla, las industrias utilizan otras más baratas, como la grasa de palma.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado en su laboratorio 25 masas precocinadas de pizza, de empanada, de hojaldre y de tipo quebrada. Las marcas que pusieron bajo la lupa pueden encontrarse en supermercados y observaron en ellas la calidad nutricional, la higiene del producto, su etiquetado y, finalmente, fueron sometidas a una degustación de expertos.
Las mejores valoradas en este test de la OCU fueron las masas de empanada. De todas formas, sólo cuatro marcas suspendieron y el organismo reconoce que no encontró ningún problema de higiene en ellas. A continuación, las 5 mejores masas para cocinar del supermercado que ha seleccionado la OCU.