Tras más de 70 años de la invención del microondas por parte del ingeniero Percy Spencer, es raro encontrar algún hogar español que no tenga uno de estos hornos de cocina, que sirven tanto para calentar un vaso de leche como para preparar una lasaña precocinada.
Se sabe que hay determinados productos que no deben meterse en el interior de estos aparatos, como los plásticos no aptos para microondas, o el papel de aluminio, entre otros. Sin embargo, cocinar algunos alimentos con este electrodoméstico también puede conllevar ciertos riesgos.
Huevos duros
Tanto si llevan cáscara como si ya se ha pelado, no es aconsejable recalentar los huevos duros en el microondas, dado que la humedad de su interior crea una acumulación de vapor similar a una olla a presión en miniatura, pudiendo llegar a explotar dentro. De hecho, puede llegar a aguantar bien el calor de este electrodoméstico, pero acabar explotando al extraerse del mismo.
El mejor consejo es evitar poner los huevos cocidos en el microondas. Pero, si se quiere calentar junto a otros alimentos, lo mejor es cortarlo en trozos pequeños para evitar males mayores.
Leche materna
Hoy en día, resulta muy común congelar la leche materna para usarla más adelante. No es una mala idea, pero recalentarla en el microondas no es buena opción.
De la misma forma que las ondas de este aparato calientan la comida de forma desigual, es posible que un biberón de leche materna sufra similares consecuencias, creando "puntos calientes" que pueden llegar a producir quemaduras en un bebé.
En estos casos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés) aconseja que la leche materna se descongele y se caliente en una olla al fuego, o bien con agua caliente del grifo, pero no en el microondas.
Arroz
Aunque suene paradójico, la Food Standards Agency de Estados Unidos asegura que recalentar el arroz puede provocar intoxicaciones alimentarias, aunque no siempre. En este caso se debe a la presencia relativamente común de la bacteria Bacillus cereus, muy resistente incluso a altas temperaturas, aunque el calor sí puede acabar con ella. El problema, sin embargo, es que este microorganismo es capaz de producir esporas tóxicas, como recuerda un estudio publicado en el International Journal of Food Microbiology.
Asimismo, varios estudios confirman que una vez el arroz sale del microondas y se deja a temperatura ambiente, las posibles esporas que pueda contener pueden multiplicarse y provocar intoxicaciones alimentarias. En este caso, el mejor consejo es calentar el arroz hasta su ebullición y mantenerlo caliente para mantenerlo seguro.
Verduras de hoja verde y remolacha
Las verduras de hoja verde, como la col rizada o las espinacas, en su versión fresca, además de la remolacha, no son susceptibles de ser recalentadas en el microondas. Cuando se someten a este tipo de calor, los nitratos naturales de las mismas (saludables en dicho estado) pueden convertirse en nitrosaminas, unas sustancias cancerígenas según datos de varios estudios.
En este caso, el mejor consejo es consumir estos alimentos frescos, o calentarlos mediante sartén o un horno convencional.
Pimientos picantes
Cuando los pimientos picantes se recalientan en el microondas, una sustancia natural que contienen en su interior, y que les da precisamente su carácter picante, la capsaicina, se libera en el aire. Tras dicha liberación ambiental, el "vapor" de capsaicina puede provocar irritación de ojos y garganta.
De hecho, existen cremas analgésicas basadas en este componente, todas bajo prescripción médica específica, que siempre deben aplicarse mediante el uso de guantes para evitar complicaciones por el contacto de la capsaicina con las mucosas oculares o labiales.
Patatas
El problema no es tanto hacer patatas en el microondas con los recipientes apropiados, sino más bien recalentar patatas previamente cocidas.
Por ejemplo, si se preparan patatas en papel de aluminio, se crea una protección para la bacteria Clostridium botulinum del calor ambiental, lo que en consecuencia produce que la bacteria sobreviva y se multiplique si las patatas cocidas se mantienen a temperatura ambiente demasiado tiempo. Si posteriormente se recalientan las mismas patatas al microondas, la bacteria igualmente sobrevivirá.
El mejor consejo es cocinar patatas al horno sin aluminio, y conservarlas en el frigorífico lo más pronto posible si no van a consumirse. Pero jamás exponerlas a temperatura ambiente demasiado tiempo.
Carne procesada
Por su parte, están las carnes procesadas, las cuales suelen contener aditivos y conservantes para prolongar su "frescura" y esperanza de vida. Sin embargo, recalentar estas sustancias en el microondas puede provocar perjuicios en la salud.
Así lo sugiere un estudio publicado en el Journal of Agricultural & Food Chemistry, en el cual se llegó a la conclusión de que el microondas puede producir oxidación del colesterol alimentario en el proceso de recalentarlo. Por su parte, otro estudio publicado en Food Control sugirió que recalentar carnes procesadas contribuye a la producción de productos de la oxicación del colesterol o COP, los cuales se han relacionado con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.