Hace unos años la quinoa era una gran desconocida en la mayoría de hogares. Hoy, sin embargo, esta semilla ha dejado de ser una rara avis y se puede encontrar en muchas cestas de la compra. Con este alimento se preparan ensaladas, bowls, falsos arroces e, incluso, se añade a sopas como acompañamiento de estas. La quinoa es un buen ingrediente puesto que cuenta con un buen valor nutricional y, además, supone varios beneficios para la salud.
Tanto es así que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, también conocida como FAO, estableció el 2013 como el Año Internacional de la Quinoa. Según este organismo, la quinoa cuenta con 399 kilocalorías por cada 100 gramos y la mayoría de su contenido calórico proviene de los hidratos de carbono. Concretamente, de cada 100 gramos de quina, 70 son carbohidratos. Pero claro, entre ellos se encuentra la fibra alimentaria, que supone un 15% del total del producto.
Este hecho convierte a la quinoa en uno de los alimentos con un índice glucémico (IG) menor. Esta cifra mide la capacidad que tiene un alimento de subir la glucosa en sangre. Pero, además, en este artículo de EL ESPAÑOL se explica que los productos con IG alto producen una sobreproducción de insulina y aquella que queda sin utilizar termina convertida en grasa. La quinoa cuenta con un IG de 35, que es considerado un nivel bajo. La FAO, además, destaca el contenido en aminoácidos esenciales de esta semilla.
De todas formas, existen productos bien conocidos por todos que cuentan con valores y propiedades similares a la quinoa. Aquí van cinco de ellos.