Con la llegada de la crisis, la industria alimentaria intentó mantener los precios reduciendo los costes al máximo. Cuando observamos en el 'súper' algunos alimentos, la sorpresa puede ser aún mayor. Uno de los productos estrella de las meriendas de todos los españoles es el jamón de York, que ni es de York, ni es tan sano como siempre se ha pensado, a pesar de se incluye en algunas dietas y hasta en los menús de algunos hospitales.
En España, este tipo de carne está regulada por el Real Decreto 474/2014. Según la normal existen tres categorías para clasificar este embutido: jamón cocido extra, jamón cocido, y fiambre. Siendo la diferencia fundamental entre ellos la cantidad de carne y los añadidos que incluyen.
El jamón cocido de mayor calidad que puedes encontrar es el extra, que según la legislación tiene que superar el 80% en contenido de carne para conseguir esta denominación. Sin embargo, el más común es el jamón cocido a secas. Su contenido en cerdo ronda el 70%.
En el polo opuesto está el fiambre cocido, cuyo contenido cárnico ronda el 50% e incluye una larguísima lista de ingredientes como el agua, la fécula de patata, sal, proteína de soja, proteína de leche, dextrosa de maíz, lactosa, aromas, estabilizantes, potenciadores del sabor, antioxidantes, conservantes y colorantes naturales.
Reclamos que no dicen nada
Aunque es habitual encontrar en el envase reclamos como "extrajugoso", "suave", "artesano", esto no significa (desde el punto de vista legal) absolutamente nada. Son simples anzuelos que la industria usa para captar nuestra atención y que pensemos que estamos ante productos mejores. No obstante, puede ser que el producto no llegue ni al 50% de carne y tenga un mayor contenido de agua para tener mejor una textura.
Así, si hacemos una radiografía a los jamones cocidos de marcas blancas que podemos encontrar en las distintas superficies, el de Mercadona se sitúa como el jamón más jamón, por encima del resto de marcas blancas de otras cadenas de supermercados. Según su etiqueta, este producto cuenta con un 90% de carne en su composición.
Siguiendo a la marca valenciana está el jamón cocido de Lidl, de la marca Realvalle, que contiene un 85% de jamón en su variedad extra. Así, el mejor jamón que encontramos de marca blanca en Carrefour contiene un 82% de jamón. De igual forma, el jamón cocido extra de Día también tiene un 82% de carne de cerdo.
Por último, cabe señalar que un producto con pocas calorías como el jamón cocido puede no ser un producto saludable. Tal y como hemos explicado alguna vez, es más importante el origen de esas calorías que la cantidad.
Así, a la hora de llegar a las grandes superficies y escoger un jamón cocido o fiambre, es fijarse en el etiquetado y en concreto en la parte en la que nos indica la composición del mismo. Intentando siempre elegir artículos que tengan el reclamo "extra".