Algunas salsas, tanto caseras como procesadas, cuentan con un número tan elevado de calorías que, incluso, rivalizan con el plato al que acompañan. Son las que cuentan con ingredientes como el aceite, el huevo, la miel o los frutos secos. Sin embargo, cocinar estas salsas en casa tendrá siempre un mejor impacto en nuestra salud: se pueden emplear ingredientes de mayor calidad, como el aceite de oliva virgen extra.
Este producto es muy calórico porque el 99,9% de su composición son grasas. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el aceite de oliva tiene 899 calorías por cada 100 gramos. Sin embargo, la mayoría de sus grasas son insaturadas, por lo que son más saludables que las de otros aceites. En este sentido, los frutos secos son un ingrediente similar. Las salsas que los contienen tienen un alto número de calorías por la cantidad de grasas que añaden, pero estas son insaturadas, en su mayoría.
Otros ingredientes que pueden encontrarse en estas recetas son la miel, a la que la FEN adjudica 314 calorías por cada 100 gramos. La miel no es más saludable que el azúcar, de hecho, tiene el mismo impacto en la salud. Se asocia a la obesidad y a la aparición de caries dentales. El huevo es un producto saludable y contiene 150 calorías por cada 100 gramos. El valor energético de las distintas salsas comerciales puede ser variable ya que, la proporción de ingredientes se puede ver alterada para intensificar el sabor.