A cada rueda de prensa que convoca el doctor Pedro Cavadas le sucede un nuevo 'milagro'. "No lo hemos dejado perfecto porque no se puede quitar más sin dejar una parálisis facial, y es lo máximo que se puede conseguir", presumió el cirujano tras extirpar un tumor facial de 13 kilos a un paciente. Sin embargo, Cavadas no sólo se enorgullece de aquello que logra dentro de los quirófanos. También se vanagloria en distintas ocasiones de su afición por la caza con arco. Debido a este interés, que le surgió una vez pasados los 40 años, conoció a su mujer actual, Naima, quien además es su compañera de caza.
Ambos practican una modalidad cinegética que se diferencia en algunos aspectos de la que se realiza con armas de fuego. Por un lado, el arquero se tiene que acercar a unos 30 metros del animal. Y por otro, las piezas de caza suelen ser la cabra montés, el gamo y el muflón. Los dos últimos no son especies autóctonas de España. Esto explica que en nuestro país se construyan granjas cinegéticas en terrenos contiguos a los cotos de caza.
El último en lanzarse a ello ha sido el propio Cavadas, a través de la empresa Ruoxiao, de la que es representante legal. Su intención es crear una granja de muflones en la finca "Las Hoyas de Caramba", en el término municipal de Mira (Cuenca). Previamente necesita la autorización del Gobierno de Castilla-La Mancha, que tomará la decisión tras consultar a diferentes administraciones y colectivos.
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Las asociaciones ecologistas no han tardado en denunciar esta iniciativa. "El impacto medioambiental del proyecto es muy grande desde todos los puntos de vista. Pero tiene las suficientes carencias como para que lo tumben". Quien habla es Antonio Jorge San Vicente, portavoz de Ecologistas en Acción de la Manchuela (Cuenca y Albacete). Esta asociación ya ha presentado las alegaciones ante la Delegación Provincial de Desarrollo Sostenible para que la granja de Cavadas se convierta en papel mojado.
Por puro entretenimiento
San Vicente se enteró por primera vez que Cavadas estaba tras esta granja de muflones al realizar una búsqueda en el registro mercantil. "Nos aparecieron tres empresas: Clínica Cavadas SL, Clínica Cavadas SLP y Key Colony", señala el portavoz, "esta última, que se dedica al sector inmobiliario, es titular de un coto privado de caza en la localidad de Villargordo del Cabriel (Valencia)". Este terreno lindaría con la granja de muflones, que tendría una superficie de 357 hectáreas, por lo que sospechan que el objetivo implícito es "hacer un coto intensivo enorme".
El estudio de impacto ambiental presentado por la empresa propiedad de Cavadas declara que los objetivos de producción iniciales están enfocados a la mejora genética, reposición y sustitución progresiva de los ejemplares existentes en el coto contiguo. "Como segundo objetivo, esta granja producirá ejemplares para su comercialización, realizándose la venta en vivo en otros acotados o comercializando su carne", reza el documento, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
"El argumento es kafkiano. O sea, se instala la granja al lado del coto para, según esgrimen, evitar la huella de carbono que supone que les lleven los muflones para cazarlos al coto. Dices 'pero, ¿qué me estás contando?'", se pregunta San Vicente al otro lado del teléfono. "Si en el documento reconoces que vas a vender tus muflones a otros cotos, ¿qué huella de carbono estás evitando? Es una argumentación totalmente falaz y me atrevería a decir hipócrita".
Desde Ecologistas en Acción también se cuestionan si en una situación de calentamiento global y cambio climático se puede justificar la práctica de la caza cuando ya la única finalidad es quitar vida animal por puro entretenimiento. "Además, la gente no va a cazar en bicicleta", ironiza el portavoz.
Dependerá de las presiones
El grupo ecologista considera que las alegaciones que han presentado tiene suficiente peso como para que el proyecto no salga adelante. Aunque no les sorprendería que el gobierno manchego determine que la granja de muflones cumple con los requisitos legislativos. "No sería la primera vez que lo hiciera. Si lo autorizan, sería una desgracia, aunque guardamos la esperanza de que el sentido común se imponga". Creen que dependerá del funcionario, de los intereses, de las relaciones y de las presiones que se dirima en un sentido u otro.
Ecologistas en Acción recriminan al doctor Cavadas sus declaraciones acerca del papel destacado que jugaban los cazadores en el equilibrio de los ecosistemas. "¿Qué papel juegas tú? Es como si te ponen a pescar en un acuario, no estás haciendo ningún equilibrio para conservar un ecosistema", denuncia San Vicente.
Por su parte, Cavadas —que define el arte venatorio como "pura poesía ancestral, lo más parecido al paraíso"— entiende que la caza es necesaria por la propia ecología. Asegura que, sin lobos ni osos suficientes, se produce una sobrepoblación que deriva en problemas infinitos con los cultivos, el tráfico o las enfermedades epizoóticas que destruyen lo que precisamente se pretende conservar.
Los ecologistas recuerdan que el muflón fue una especie considerada exótica hasta 2011. Aquel año "se calificó como naturalizada por las presiones de los cazadores", quienes consiguieron que se aprobara la modificación del Reglamento de Caza de Castilla-La Mancha.
En realidad, Cavadas sólo se enorgullece de ser un cazador de arco. Y es que, aunque lo respeta, la caza de rifle le parece demasiado "desigual". En una entrevista a Club de Caza destacó que la arquería "tiene algo primitivo, grabado a fuego en nuestro cerebro de simio evolucionado. Nada es comparable a un buen lance de caza con arco. Es la quintaesencia del respeto a la naturaleza".
También equipara la caza con arco con otras actividades ancestrales como la cetrería o la navegación a vela, por lo que cree que debería promocionarse en el ámbito escolar como ejercicio de disciplina y superación. Además del coto privado que posee en Valencia, el prestigioso cirujano también ha cazado en varios países africanos. Un continente que conoce bien, pues la Fundación Pedro Cavadas, creada en 2003, desarrolla campañas humanitarias de cirugía reconstructiva.
"Tienen muchísimo dinero"
En caso de construirse, la granja de muflones también lindaría con un espacio protegido por la Red Natura 2000, la mayor red de áreas de conservación de Europa. "Dices 'ya, no lo toca'. Pero bueno, ¡qué más da! Si están contiguos, evidentemente vas a cortar corredores de fauna", expone San Vicente.
Otra de las alegaciones es que no se establece una carga máxima de la granja, que contará inicialmente con 120 madres de la especie Ovis aries musimon y nueve sementales. Estiman entonces que si cada hembra tiene un hijo, en el primer año ya se alcanzarán los 249 muflones. "¿Cuántos pretenden tener? ¿Cuándo vas a comenzar a introducirlos en el coto?", plantea el portavoz de Ecologistas en Acción de la Manchuela.
"También se habla de un aprovisionamiento de agua. Pero, ¿de dónde la van a obtener, quieren construir un pozo? Y con los cadáveres, ¿los van a dejar ahí para que se los coman los buitres?. No hay absolutamente nada de eso" prosigue. También se ignoran en el proyecto impactos sobre el patrimonio, como la presencia de mojones medievales y la del Mojón trifinio entre los municipios de Mira, Villargordo del Cabriel y Camporrobles. Denuncian, en definitiva, que la descripción de los aspectos medioambientales que pueden verse afectados por el proyecto es muy pobre.
El propio San Vicente ha visitado la zona en la que colindarían la granja y el coto: "Hay un cartel en el que se lee 'prohibido el paso', pero todavía se puede atravesar". A ambos lados del camino se encontraron con pastores eléctricos. "Este tipo de vallado electrificado se instaló debido al escape de los muflones del coto de Villargordo del Cabriel. Por tanto, no es que sea un riesgo, sino que se trata de una realidad".
Estos episodios —que, según los ecologistas, han sido frecuentes— han obligado al doctor Cavadas a indemnizar a los dueños de los almendros que han sido destrozados por la más pequeña de las ovejas salvajes. En 2013 el cirujano también fue noticia por vallar una finca en Requena (Valencia) para cazar ciervos con arco, después de acogerse a una exención en la norma sobre vallados cinegéticos que permite el cerramiento de la propiedad si es declarada nucleo zoológico. Este periódico ha intentado hablar con los propios afectados, pero han declinado la invitación. Los ayuntamientos de Mira y de Villargordo del Cabriel tampoco han querido hacer declaraciones sobre el polémico proyecto.
La asociación ecologista presupone que son más los casos de caminos públicos que se han cerrado por parte de los cotos, aunque nadie se ha enterado de ello: "Pero claro, luego métete tú a juicio con esta gente, que tiene muchísimo dinero". En este sentido, Ruoxiao tuvo un resultante suscrito el pasado año de 9.476.087 millones de euros, según el Boletín Oficial del Registro Mercantil. "Actúan con mucha impunidad", lamenta San Vicente.
También argumenta que, pese a que se están compensando económicamente los daños causados, no se está poniendo solución al escape de muflones. "Lo que puede suceder es que si los animales que se escapan no tienen acceso a los almendros vallados, se desplacen a otra zona", sospecha, "por lo que el único remedio sería que esa especie no la tuvieran para cazar en cotos".