Cuando despegó la moda de vender agua en tetrabriks como alternativa más sostenible a las botellas de plástico, los ecologistas se llevaron las manos a la cabeza. Como explica Alba García, responsable de la campaña de plásticos de Greenpeace, los briks son mucho más difíciles de reciclar que las botellas plásticas y no dejan de ser otro envase de un solo uso que no acaba con la cultura del "usar y tirar" que satura de residuos el planeta.
Sobre la dificultad para reciclar los briks, el problema reside en que sus materiales son difíciles de separar. Se trata de un envase multicapa (en concreto seis) fabricado a base de un 75% de cartón, un 20% de plástico polietileno y un 5% de aluminio. "La separación de estos componentes se hace muy costosa, ya que no se suele contar con una tecnología capaz de apartar el plástico del aluminio. Normalmente solo se reciclar el cartón y el resto termina en vertederos", explica Cristina Alonso, responsable de recursos naturales y residuos de Amigos de la Tierra.
Después de tirar el cartón de leche o de zumo al contenedor amarillo, este residuo llega a una planta de clasificación junto a otros envases donde se separan en función de su tamaño y del tipo de material. Luego se venden las balas de envases a empresas recicladoras de papel que se encargan de tratar los briks para recuperar el máximo posible de papel. Hasta aquí todo bien. El cartón es fácilmente separable del resto de materiales en máquinas que, a base de agua, van disgregando las fibras.
Sin embargo, el proceso de separación del plástico y el aluminio es mucho más costoso tecnológicamente y, por tanto, también económicamente. En el mejor de los casos, se acaba quemando el compuesto resultante tras extraer el cartón para sacar el aluminio y el plástico queda sin reciclar.
Rellenar y reutilizar
"En 2011, en Barcelona había una industria que los separaba (el plástico y el alumnio) mediante pirólisis, pero finalmente cerró porque la inversión económica en la planta no fue rentable. Por lo tanto, en España no contamos con la opción de reciclar al 100% los briks" cuenta Alonso. Esta empresa, Stora Enso, consiguió por primera vez separar estos dos materiales. A través de pirólisis, un proceso para la descomposición química de todo tipo de materiales, se sometía al polietileno y al aluminio a altas temperaturas en ausencia de oxígeno hasta que se separaban.
"Otra opción es China, donde mediante un determinado reactivo químico provoca la separación de los materiales. Pero no tiene ningún sentido enviar a reciclar a miles de kilómetros residuos producidos aquí, sería contraproducente, además de que China ya cerró la entrada a residuos de otros países en el 2018", continúa la experta de Amigos de la Tierra.
Desde Tetra Pak, empresa que comercializa los tetrabrik, explican a EL ESPAÑOL que están trabajando con la industria del reciclado para implantar una solución que permita reciclar de nuevo el 100% de los briks en España. "El proyecto consta de varias fases. Actualmente, el objetivo es obtener mayor limpieza en el residuo de polietileno y aluminio. Después, se implementarán las siguientes fases que incluyen explorar alternativas a corto plazo para el reciclado de estos materiales en otros países y a medio plazo buscar soluciones con proveedores locales", explican fuentes de la empresa.
"Existe la tecnología para el reciclado del 100% del envase. El reto es conseguir que sea rentable y en eso es en lo que se está trabajando, para que la solución sea sostenible a largo plazo", añaden desde Tetra Pak.
El engaño del envase "reciclable"
Para García, los fabricantes que sustituyen el plástico de sus envases para añadir más cartón, solo desvían el problema y provocan una mayor presión sobre los bosques. "Incluso aunque ese papel desechable sea reciclado o sostenible, sigue alimentando la cultura del usar y tirar y por lo tanto, no puede ser la solución a los plásticos desechables", explica.
Otro aspecto que critica la experta de Greenpeace es la etiqueta de "reciclable" de la que presumen muchas marcas en sus briks. "Aunque un envase sea reciclable y lleve el símbolo de las flechas verdes, en el proceso siempre se pierde algo", apunta. Además, lo que se puede fabricar con el material recuperado es siempre un producto de menos calidad. Desde la organización ecologista señalan que la única opción sostenible es abandonar los envases de un solo uso y apostar por alternativas rellenables y reutilizables.