Madrid ha sido la sede de la Cumbre del Clima (COP25), pero España aún no tiene una Ley de Cambio Climático. La norma, que lleva demasiado tiempo retrasándose, es más necesaria que nunca ante el escenario de crisis climática que azota al planeta. Se espera que el marco jurídico para la transición ecológica salga adelante este 2020 ya que, según el preacuerdo de Gobierno entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, esta sería una de las prioridades del Ejecutivo.
En este documento de diez puntos, el tercero establece la "lucha contra el cambio climático, la transición ecológica justa, la protección de la biodiversidad y la garantía de un trato digno a los animales" como uno de los objetivos principales del posible gobierno progresista. Y no es para menos. Como advierten los últimos informes científicos, de seguir emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual, los principales responsables del cambio climático, el planeta se dirige a un escenario catastrófico con un aumento de las temperaturas de más de tres grados a final de siglo.
El gobierno socialista aprobó el pasado febrero un anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, que no pudo avanzar por la interrupción de la legislatura con la convocatoria de elecciones. El texto fija la descarbonización de la economía española en 2050 y conseguir que el sistema eléctrico sea 100% renovable en 2050.
En esta línea, el Pacto Verde Europeo, anunciado este diciembre por la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, también busca reducir a cero las emisiones de CO2 a mitad de siglo. No obstante, unos días después de ser presentado el proyecto, el Consejo Europeo no consiguió darle el visto bueno por el veto de Polonia. Así, la discusión para convertir a la UE en el primer territorio neutro en emisiones se ha pospuesto a junio de 2020.
Un compromiso global
Pero el compromiso de España trasciende las fronteras comunitarias al ser uno de los países firmantes del Acuerdo de París. En este pacto internacional, los estados se comprometieron a hacer esfuerzos para frenar el aumento irreversible de la temperatura del planeta por debajo de dos grados y, si es posible, de 1,5 grados, respecto a los niveles preindustriales. Para conseguir este objetivo común, cada país debe presentar planes "ambiciosos" de recorte de emisiones y por ahora, según advierte la ciencia, los esfuerzos no son suficientes. La COP25 acabó con un tímido llamado a aumenta la ambición climática, pero no sumó el compromiso de los más contaminantes como Estados Unidos o China.
Sobre el compromiso de España, por ahora el anteproyecto socialista fija una "insuficiente" reducción de las emisiones de un 20% con respecto a 1990 para 2030, pero en la COP25 dijo que revisará este objetivo al alza. Bruselas, en su hoja de ruta verde, propone un recorte del 50% para los próximos diez años, y de ser posible, del 55% Desde Greenpeace consideran que la ambición del ejecutivo español debería ser más fuerte y reducir al menos en un 55% las emisiones en la próxima década y alcanzar la neutralidad climática en 2040.
En virtud del Acuerdo de París, los Gobiernos deben actualizar sus compromisos de reducción de emisiones para 2030 antes de la cumbre climática de Naciones Unidas de Glasgow (COP26).
La propuesta de Unidas Podemos
El partido de Iglesias, en su programa de las elecciones del 10 de noviembre, propone reducir en un 50% las emisiones de CO2 en 2030 y en un 90% para 2040, bajar la producción de energía a base de combustibles fósiles a la mitad en una década y alcanzar el 100% de la producción de fuentes renovables en 2040. Además, Unidas Podemos apuesta por la creación de una empresa de energía pública, entre otras medidas para luchar contra el cambio climático.
"La experiencia nos demuestra que el oligopolio energético en España, además de las puerta giratorias, hace que sea muy difícil establecer políticas ambiciosas. Hay que generar una autoridad independiente que cambie el modelo energético actual. Si no, no va a ser posible hacer frente de forma efectiva al cambio climático", explicó a EL ESPAÑOL en otro artículo el diputado de Unidas Podemos Juan López de Uralde.
Por ahora, se espera que en 2020 salga adelante esta esperada norma para la descarbonización de España. Habrá que ver en qué queda la ambición climática que la ministra en funciones de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tanto ha defendido en la COP25.