Con motivo de la Cumbre del Clima que se celebra en Madrid entre el 2 y el 13 de diciembre, la Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda que la contaminación atmosférica causa 8,8 millones de muertes al año en el mundo, 790.000 en Europa y unas 30.000 en España, siendo entreel 40 y el 80% de esas muertes de causa cardiovascular.
El vicepresidente de la FEC, José Luis Palma, indica que "la contaminación ambiental es un factor de riesgo cardiovascular". Así se indica en la últimas Guías Europeas de síndrome coronario, "donde se califica a la contaminación del aire como uno de los diez principales factores de riesgo para la mortalidad mundial". En esta nueva guía se sugiere también "que los pacientes con síndrome coronario crónico deben evitar las áreas congestionadas".
Las partículas de la materia en suspensión (PM10 y PM2.5) son los productos contaminantes de mayor impacto medioambiental. Cuanto más pequeñas son las partículas, más dañinas pueden ser. Las PM2.5, que tienen menor diámetro, son más perjudiciales para la salud. Este tipo de partículas son las que se emiten, por ejemplo, en la combustión de los vehículos diésel, además de la combustión fósil (petróleo, carbón, gas natural) y combustible de biomasa, en las temperaturas altas en procesos industriales, fundidoras, refinerías o acererías, entre otros.
"Lo que hacen estas partículas, al pasar por el torrente sanguíneo, es favorecer la trombosis y potenciar la aterosclerosis mediante inflamación vascular, estrés oxidativo y disfunción endotelial", explica Jordi Bañeras, cardiólogo de la unidad de críticos cardiovasculares del Hospital Vall d’Hebron, profesor asociado de la Universidad de Barcelona y miembro de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la FEC.
Bañeras señala que "hasta un 0,88% de los infartos podrían atribuirse a la contaminación, pero lo más preocupante es que la polución empeora el pronóstico de estos eventos cardiovasculares, convirtiéndolos en más arritmogénicos y, por tanto, más letales".
Valores límites de contaminación
España establece en 25 microgramos/m3 el valor límite de concentración anual para las PM2.5 y en 40 microgramos/m3 para las PM10, siguiendo la línea de lo que fija la Unión Europea (UE). Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece unos límites mucho más bajos: 10 microgramos/m3 para las PM2.5 y 20 microgramos/m3 para las PM10.
Un estudio publicado en agosto de este año en The New England Journal of Medicine recogió la concentración media anual de PM2.5 en 19 ciudades españolas y la concentración media anual de PM10 en 45 ciudades españolas.
Barcelona, Valencia, Sevilla, Albacete y Toledo encabezan el ránking de ciudades con más concentración de partículas PM2,5, superando el límite establecido por la OMS (10 microgramos/m3) junto con Valladolid, Bilbao, Huesca, Madrid, Oviedo, Palma de Mallorca y San Sebastián.
De las ciudades estudiadas, solo León, Cáceres, Las Palmas, Salamanca, Vitoria, Tenerife y Burgos cumplen con los estándares establecidos por la OMS. En el caso de las partículas PM10, la mayoría de las 45 ciudades analizadas en el citado estudio rebasarían el límite permitido por la OMS. Solo Teruel, Pontevedra, Alicante, Valladolid, Huesca y Ourense quedarían por debajo de los 20 microgramos/m3.
Infarto de miocardio en España
El infarto de miocardio causa cada año en España cerca de 15.000 muertes, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Concretamente es responsable de 6.000 muertes femeninas y 9.000 masculinas.
Este evento cardiovascular aparece por un riego sanguíneo insuficiente debido a la obstrucción de una arteria. Las arterias coronarías se pueden estrechar por distintas causas: las más comunes son un coágulo de sangre y la aterosclerosis (depósito e infiltración de grasas en las paredes de las arterias) que se va produciendo progresivamente facilitado por los factores de riesgo como la hipertensión, el tabaquismo, el colesterol elevado, la obesidad, el sedentarismo o la contaminación.
"Por cada reducción de 10 microgramos/m3 en las concentraciones de PM2.5, se podrían prevenir el 2,1% de las arritmias ventriculares por infarto agudo de miocardio, lo que los haría sin duda menos letales", apunta Bañeras. "No debemos poner excusas ni demorar el ponernos cuanto antes a trabajar para lograr disminuir las cifras de contaminación en nuestras ciudades. A día de hoy resulta una urgencia tanto por el medio ambiente como por la salud de la población", concluye el experto.