Si seguimos a este ritmo, el calentamiento global va a provocar muchas desgracias en el mundo; subirá el nivel del mar lo que pondrá en peligro pueblos y ciudades, empeorará la salud hasta de los niños más pequeños y asistiremos a un aumento desorbitado del precio de los cultivos y, por lo tanto, de los alimentos básicos.
Pero para quien todo esto le suene muy lejano, o piense aquello de: "Bah, a mí no me va a tocar" o el egoísta: "Total, yo no tengo hijos" o el aún peor: "Yo vivo en un país desarrollado", llega el argumento definitivo, lo que probablemente le hará concienciarse sobre la importancia del calentamiento global y empezar a hacer todo lo que esté en su mano para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según han desvelado distintos medios, el alga nori, en la que se envuelve el arroz relleno de pescado que conforma el sushi, está desapareciendo del lugar donde más se recolecta, la pequeña ciudad japonesa de Futtsu.
En esta localidad, cercana a la apertura de la Bahía de Tokio, se ha cultivado nori durante cientos de años. Pero desde hace cinco años, el alga ha empezado a desaparecer. En lugar de lucir el aspecto robusto y lujoso, las hebras de esta planta empezaron a salir del agua finas, desgreñadas y descoloridas.
"Las circunstancias son realmente poderosas", explica a la web de la televisión australiana NBN el jefe de la cooperativa de pesca local, Satoshi Koizumi. "La gente está tirando la toalla", añade. En 2015, la cooperativa tenía más de 100 miembros cultivando algas en la bahía; a finales del año pasado, sólo quedaban 73.
Los problemas que se ven en Futtsu son parte de una caída generalizada en la fabricación de nori, que en 2018 cayó a los niveles más bajos, lo que ha hecho que aumente su precio e incluso ha supuesto una amenaza para el plan de pérdida de peso de Japón.
El culpable es el cambio climático y esto es solo un ejemplo de cómo el calentamiento global afectará a la fabricación de comidas y lo necesaria que va a ser la adaptación de las empresas a las nuevas circunstancias.
Los principales problemas son dos: el calentamiento de las temperaturas del mar y el aumento de la contaminación ambiental. Las subidas de temperaturas ha provocado que el mar también esté más caliente, aunque no se saben exactamente las causas. Por otra parte, Japón ha endurecido su legislación para mantener los ríos limpios, lo que ha hecho que disminuyan los deshechos agrícolas y de fertilizantes que llegan al mar, dejándolo huérfano de las vitaminas que solían ayudar al desarrollo de las algas.
Según el biólogo Kyosuke Niwa, del Tokyo College de Ciencias Marinas, explica que el alga nori es especialmente sensible a los cambios locales de temperatura porque crece durante el invierno. Las especies más cultivasdas se originaron en el norte de Japón y su temporada de crecimiento no empieza hasta que la temperatura del agua cae a 23ºC.
Es algo que está dejando de pasar por el calentamiento global o, en todo caso, se está retrasando mucho, en más de un mes. Pero, además, está el problema de cómo cree el alga, sobre todo descolorada, lo que la hace menos sabrosa y carente de vitaminas.
Los agricultores de nori han elevado la voz porque creen que, a pesar del calentamiento global, se puede evitar esta decadencia del alga. Cambiar la temperatura del agua mediante un distinto manejo de los residuos es, a su juicio, posible. Sólo si ellos tienen éxito en su lucha, el mundo podrá seguir disfrutando del exquisito sushi cada vez más de moda.