El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha comunicado este jueves que en España existen diversos terrenos que presentan radiactividad originada por actividades humanas. Esta contaminación procede de accidentes o prácticas (actividades con sustancias radiactivas) realizadas en el pasado y puede ser debida a radionucleidos naturales o artificiales.
Se trata de terrenos no declarados como contaminados, por la ausencia de regulación específica sobre terrenos contaminados radiológicamente, pero el CSN ha decidido hacer público su estado, aunque ha informado de que en los mismos no se estima que exista riesgo radiológico significativo.
El organismo ha actuado caso por caso, cuando ha sido necesario, en función de su riesgo o impacto radiológico potencial, de forma que se garantizara la protección radiológica de la población y del medio ambiente.
Estos son los terrenos conocidos actualmente por el CSN y bajo su vigilancia radiológica, repartidos por toda la geografía española:
La pedanía de Palomares, situada en el término municipal de Cuevas de Almanzora, en el sureste de la provincia de Almería, donde se encuentran terrenos con una extensión aproximada de 40 hectáreas, fraccionadas en 4 zonas, con presencia de Plutonio-239 y Americio-241.
En las Marismas de Mendaña, situadas en el estuario del río Tinto en Huelva, antes de su confluencia con el río Odiel, se encuentra un terreno, conocido como CRI-9, de una extensión de aproximadamente 1.600 m2 , con presencia de Cesio-137.
También en el estuario del río Tinto en Huelva, antes de su confluencia con el río Odiel se encuentra una balsa de fosfoyesos con una extensión de aproximadamente 1.200 hectáreas, con presencia de Radio-226.
En el paraje de El Hondón, situado en Cartagena, Murcia, se encuentran unos depósitos de lodos de fosfatos, con una extensión de aproximadamente 108 hectáreas, con presencia de Uranio-238.
En localizaciones situadas en varios términos municipales de las provincias de Madrid y Toledo, en las márgenes del Canal Real del Jarama, se encuentran ocho zanjas de longitud y profundidad variable, conocidas como las Banquetas del Jarama, con presencia de productos de fisión, habiéndose realizado determinaciones para Cesio-137 y Estroncio-90.
En el embalse del río Ebro situado en la localidad de Flix, Tarragona, se situaban lodos de fosfatos, con presencia de Uranio-238, que ya han sido retirados.
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