Ver el interior de un centollo será algo relativamente fácil para muchas personas que escojan este manjar en su cena de Nochevieja, pero no lo admirarán con tanto lujo de detalle como si lo hicieran a través de una herramienta de diagnóstico por imagen de última generación.
Eso es precisamente lo que permite la exposición Arte desde dentro: objetos cotidianos, que ha puesto en marcha el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid en sus instalaciones de Pozuelo.
Es una forma sin duda original de anunciar la inclusión en sus servicios de un dispositivo para la adquisición de imágenes de alta definición, una tomografía computerizada, más conocida por sus siglas TAC.
En concreto, se trata de un modelo de la empresa GE Healthcare que, según el centro, adquiere las imágenes de forma ultrarrápida y reduce la radiación que recibe el paciente hasta en un 82%.
"Hay toda una nueva generación de TACs que disminuyen este aspecto, que es a lo que hemos aspirado siempre, pero ninguno lo hace tanto como éste", explica a EL ESPAÑOL el jefe del Servicio de Diagnóstico por Imagen de este hospital privado, Vicente Martínez de Vega, que señala que, a pesar de su utilidad, el TAC es el equipo que más radiación X produce.
Esta prueba se utiliza en varias especialidades médicas, desde la oncología, hasta la cardiología, pasando por la traumatología y la neumología, entre otras. "Es capaz de tomar imágenes a una velocidad muy alta, lo que permite estudiar el corazón en una fracción de latido", explica .
Los objetos cotidianos a los que se ha realizado un TAC incluyen alimentos -un pollo, un gallo, mejillones, un bogavante, almejas y una papaya-, tecnología -un móvil, un ordenador portátil y una cámara de fotos-, uno tan apropiado para estas fechas como una botella de champán y, por último, un simulador de alta fidelidad que se utiliza para la docencia de la medicina.
La selección de objetos, 18, ha obedecido, sobre todo, "a la curiosidad", comenta Martínez de Vega. Además de los que se mantienen en la exposición permanente, se sometieron a esta prueba otros objetos como un belén navideño y una tablet.
El radiólogo reconoce que ha sido "muy divertido" organizar la exposición, que se quedará "un tiempo largo", en la sala de espera de Radiología del centro hospitalario. No será la primera vez que los pacientes que acudan allí vean imágenes que no suelen estar a la vista.
"Hace unos años, coincidiendo con la adquisición de un escaner nuevo, organizamos otra exposición, pero ésta era anatómica, de partes del organismo de pacientes reales", comenta el especialista, que reconoce que a ellos mismos les ha "llamado la atención" descubrir lo que los objetos cotidianos mostraban ante el nuevo TAC.