Los pájaros no son reales. Los que vemos por la calle son drones de espionaje al servicio del Gobierno muy bien camuflados. O eso es, por lo menos, lo que dice un grupo de jóvenes que se hace llamar Los Pájaros No Existen y que armaron un buen revuelo el pasado fin de semana en Barcelona. Gorros de papel de aluminio, pancartas con lemas como "si tiene plumas, es un dron" o "los pájaros nos fumigan". Las redes sociales se han llenado de imágenes de esta delirante concentración que en realidad ridiculiza hasta el extremo a movimientos conspiranoicos de distinto pelaje, pero ¿quién está detrás de esta organización?
"El número de componentes del 'núcleo duro' es confidencial, pero te puedo decir que se forma por mujeres y hombres de entre 24 y 35 años", explica Julio Aranda, que hace las veces de portavoz de este grupo. Sus actividades comenzaron, según dice, en el año 2022 y ya cuentan con un manifiesto en el que no sólo sostienen que los pájaros son drones, sino que los ornitólogos son los técnicos que trabajan con ellos, que las aves se cargan al posarse en un tendido eléctrico y que la instalación del 5G se hizo para controlarlas mejor.
Ahora bien, Los Pájaros No Existen denuncia haber sido saboteado. En redes sociales circulan manifiestos no oficiales, que piden "tirar más petardos en San Juan” o alterar los ciclos de sueño de las aves con focos, y lemas que distraen del que realmente reivindica la asociación: "Pajas sí, pájaros no". Pero si algo ha picado a estos activistas es que los medios de comunicación les hayan relacionado con un movimiento de Estados Unidos conocido como Birds Aren't Real (Los pájaros no son reales), cuyo propósito era idéntico.
La influencia de América
Birds Aren’t Real es un movimiento creado en 2017 por Peter McIndoe, un joven de Estados Unidos que, por aquel entonces, tenía 19 años. Ataviado con un sombrero de cowboy, corbata y una furgoneta estampada con el nombre de su organización, McIndoe consiguió extender el mensaje de que entre 1959 y 2001 el gobierno de Estados Unidos había acabado con la vida de 12.000.000.000 de aves y las había ido sustituyendo por estos drones. Este joven consiguió montar una manifestación en la sede de Twitter exigiendo que la empresa retirara su logo del pajarito y otra en Nueva York con nada menos que 2.000 asistentes.
Aunque convenció a muchas personas de que su lucha iba en serio, debido a sus maneras tan estrafalarias muchos se percataron de la broma en poco tiempo. Finalmente, en 2021 se produjo la confirmación: Peter McIndoe salió de su personaje en una entrevista con The New York Times y, posteriormente, ofreció una charla TED. Si bien todo había sido un montaje, extrajo una lección bastante profunda durante sus años de falso activista: afirmó que las personas que creen en conspiraciones buscan una sensación de pertenencia que les ha sido rechazada en la sociedad y que al llamarlos "estúpidos" por sus ideas sólo los alejamos más.
Con estos mimbres, la misión de Los Pájaros No Existen de convencernos de que son un movimiento que va en serio es mucho más complicada. Ellos juran no tener nada que ver con Birds Aren’t Real y que si McIndoe confesó ser un personaje es porque se vio "sometido a mucha presión por parte de las élites y se vieron obligados a terminar 'admitiendo' esto", declara Aranda. "Como hemos dicho en algunas de nuestras publicaciones, la verdad es pesada de cargar, y parece que [McIndoe] prefirió salir del punto de mira".
Meme o experimento
Pero, ¿cuánto hay de meme en todo esto y cuánto de experimento social realmente sesudo? "A veces, las cosas directamente ocurren. Me imagino que Birds Aren’t Real nació como una broma y, cuando vieron que hay medios que publican información sin revisar, decidieron seguir adelante. La frontera entre lo que empieza como un meme y un proyecto más elaborado es muy fina", explica Fernando Cervera, un biólogo que se ha dedicado durante años a cazar pseudociencias y que divulga en YouTube.
El propio Cervera difundió hace años su propia pseudoterapia falsa para ver cómo de fácil era introducirla en la sociedad. "Empezamos una página web que parodiaba las de los típicos movimientos pseudocientíficos y decíamos que podíamos curar enfermedades con caca e imanes. Llamamos a esta terapia fecomagnetismo. Al principio todo era una broma, nos escribía gente con historias muy fuertes y les decíamos que era falso y que tuvieran cuidado con lo que leían en internet", recuerda Cervera.
Sin embargo, decidieron llevar el proyecto más lejos cuando se pusieron en contacto con ellos empresas que querían vender su fecomagnetismo en tiendas: "¡Querían vender nuestra mierda! Nos dimos cuenta de que era muy fácil colar una terapia, por muy estrafalaria que fuera", advierte el biólogo. Por esta razón, la misión de Birds Aren’t Real y la de Los Pájaros No Existen —si es que se confirma que es la misma— sería muy necesaria en España, tal y como afirma este experto.
En tiempos de desinformación
"Apuesto a que las personas cercanas a Birds Aren’t Real eran personas muy implicadas en la lucha contra la desinformación", señala Cervera. "La virtud de estos movimientos es llevar la crítica a las pseudociencias a las personas que son más vulnerables de creerlas: habrán ayudado a que las personas que se plantean menos las cosas que ven duden antes de comprar un discurso". Los mensajes que más predominan en la sociedad van centrados a personas escépticas y no son tan atractivos como una parodia que se mueve entre lo plausible y lo absurdo para las personas que son más vulnerables a creerlas.
Los miembros de Los Pájaros No Existen, también denominados antipajaristas, cuelgan memes en todas sus redes sociales, porque piensan que pueden convencer mejor con el humor, y no promueven la violencia contra estos animales, a los que supuestamente consideran máquinas. "Somos un movimiento pacifista, pedimos a nuestros seguidores que no dañen a las A.V.E. (Aparatos Voladores de Espionaje) porque creemos que nuestro objetivo de recuperar a las aves reales se puede conseguir por medios políticos, y por eso convocamos manifestaciones", explica Aranda.
Birds Aren’t Real ha anunciado en un tuit que Peter McIndoe supuestamente ha fallecido el pasado 25 de mayo, un acontecimiento que para Los Pájaros No Existen es, cuanto menos, "sospechoso". Sus seguidores, sin embargo, no se lo han tomado demasiado en serio: "Los pájaros están definitivamente detrás de esto", comenta un seguidor en sintonía con otros muchos. Paradójicamente, ante una era de la información en la que sentimos desconcierto y miedo a ser manipulados por todo lo que vemos y oímos, declararse antipajarista podría ser la declaración de librepensamiento definitiva.