Los hombres tienen menos probabilidades de acceder al tratamiento del VIH y mayores riesgos de morir de enfermedades relacionadas con el sida, dado que menos de la mitad de los varones con el virus de inmunodeficiencia humana se encuentra en terapia con antirretrovirales frente al 60% de las mujeres.
Así consta en el informe 'Blind Spot' (Punto ciego) publicado este jueves por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH y el sida (ONUSIDA) con motivo del Día Mundial del Sida, que se centra este año en el impacto de esta enfermedad y el acceso al tratamiento por parte de hombres y niños.
"Abordar las desigualdades que ponen en riesgo a las mujeres y niñas de contraer el VIH se encuentra en el primer plano de la respuesta al sida, pero existe un área de dificultad en cuanto a los hombres", señaló el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé.
Los hombres "no están utilizando los servicios para prevenir el VIH o realizarse la prueba del virus, ni están accediendo al tratamiento en la medida en la que lo hacen las mujeres", dijo.
Si bien las pruebas de VIH han podido llegar a las mujeres, especialmente las que usan los servicios prenatales, no se han podido encontrar el mismo acceso para los hombres, lo que limita la aceptación de las mismas entre los varones, señala ONUSIDA.
En todo el mundo viven 36,7 millones de personas con VIH, de los que 20,9 millones tenían a mitad de 2017 acceso a terapia antirretroviral, cuatro veces más que en el 2000 y 1,2 más que en 2015.
El informe indica que a nivel global la cobertura de terapia antirretroviral entre hombres de 15 años o más fue del 47% en 2016, en comparación con el 60% entre las mujeres.
Las mayores diferencias
Esta brecha entre hombres y mujeres es más pronunciada en África central y occidental, donde sólo el 25% de los varones con VIH siguen terapia antirretroviral frente al 44% de las mujeres.
También existen diferencias importantes en Asia y el Pacífico y el Caribe, así como en África oriental y sur. En el Caribe la cobertura de tratamientos para los hombres es del 46% frente al 57% de las mujeres, si bien en América Latina en general la tendencia va hacia el cierre de la brecha: el 58% de los hombres accede ya a terapia frente al 59% de las mujeres.
También en Europa del este, occidental y central, así como en Asia central y en Norteamérica, el acceso a la terapia antirretroviral entre hombres y mujeres es bastante equilibrado.
Por la brecha a nivel global, los hombres tienen más probabilidades que las mujeres de morir de enfermedades relacionadas con el sida, ya que representaban el 58% del millón de muertes relacionadas con la enfermedad en 2016.
Los estudios muestran, además, que los hombres son más propensos que las mujeres a comenzar el tratamiento tarde, a interrumpirlo, y a ser inaccesibles a la hora del seguimiento terapéutico.
Los grupos de población clave
El informe 'Punto ciego' recalca que las brechas y carencias en la cobertura de tratamientos contribuyen a nuevos ciclos de infección del virus de inmunodeficiencia humana de hombre a mujer, de mujer a hombre y de hombre a hombre.
La prevalencia del VIH es "sistemáticamente mayor" entre los hombres en los grupos de población clave (entre otros trabajadores sexuales, personas que se inyectan drogas, personas transgénero, homosexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres).
Fuera de África oriental y meridional, el 60 % de las nuevas infecciones por el VIH entre los adultos se producen entre hombres.
Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres son 24 veces más propensos a contraer el VIH que el resto de hombres, y en más de dos docenas de países la prevalencia del virus entre los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres es del 15% o mayor.
Pese a ello, el uso del preservativo parece estar disminuyendo en Australia, Europa y EEUU, país este último donde el porcentaje de hombres homosexuales seronegativos y otros hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que no usan preservativo aumentó del 35% al 41% entre 2011 y 2014.
El informe señala que cerca del 80% de los 11,8 millones de personas que se inyectan drogas son hombres, y que la prevalencia del VIH entre estas supera el 25% en varios países.
El informe aboga por fomentar que los hombres usen los servicios sanitarios y que estos servicios sean más accesibles para ellos, así como adaptar la respuesta a las necesidades y realidades diversas de los hombres y niños.