Actualmente, el dolor lumbar es una de las principales causas de consulta médica en el mundo occidental. Aunque la mayoría de estos dolores suelen solucionarse en cosa de un mes, uno de cada cinco casos acaban volviéndose crónicos o de larga evolución, cuyo tratamiento se vuelve más complejo.
De hecho, en los últimos tiempos varios estudios han desechado tratamientos muy usados con anterioridad, como el paracetamol o los antiinflamatorios, o incluso los fármacos opioides -derivados de la morfina-. Los científicos han demostrado que son realmente inútiles. Lo que también ha quedado comprobado es que el tabaco empeora el dolor, y que el yoga y la fisioterapia parecen tener cierto efecto, aunque poco significativo sobre estas dolencias.
Ahora, un nuevo tratamiento "mínimamente invasivo" afirma poder solucionar estos dolores lumbares crónicos, según publica la Sociedad Norteamericana de Radiología en un nuevo estudio.
Según este nuevo trabajo, la mayoría de los pacientes que sufren dolor lumbar crónico podrían curarse usando un tratamiento con radiofrecuencia mediante una aguja guiada por imagen, que se aplica de forma directa sobre los discos intervertebrales de la zona lumbar.
Muchos de los dolores lumbares que acaban persistiendo a largo plazo se deben a una hernia discal, ya que los discos situados entre vértebras se comprimen o "pellizcan" fibras nerviosas. Por ello, enfocar el tratamiento de forma directa sobre estas zonas tendría lógica, según explica el médico Alessandro Napoli, autor principal del estudio, de la Universidad Sapienza (Italia).
Para su trabajo, Napoli y sus colegas insertaron una sonda con la punta de una aguja sobre los discos intervertebrales lumbares de 80 pacientes que sufrían dolor lumbar crónico. A través de ella se aplicó radiofrecuencia pulsada sobre la zona con el objetivo de disminuir el dolor.
Según sus resultados, el 81% de los pacientes tratados se encontraban libres de dolor un año después tras una sola sesión de tratamiento de 10 minutos. Seis de los pacientes necesitaron una segunda sesión, y finalmente solo el 10% de ellos necesitó tratamiento quirúrgico.
Napoli afirma que sus resultados no solo han sido "extraordinarios", sino que no existe daño térmico, ya que la energía eléctrica suministrada por la sonda es suave. Asimismo asegura que los pacientes que se curaron tras el tratamiento pudieron hacer vida normal en tan solo 24 horas, mucho más rápido que con los tratamientos actuales que requieren el uso de medicación y ejercicio físico.