En 1955, justo una hora y media después de su muerte, el cerebro de Albert Einstein fue extraído y donado a la ciencia. Años después y tras muchos estudios, encontraron que su masa cerebral tenía algunas peculiaridades morfológicas que podrían haber influido en su gran capacidad de pensamiento espacial, matemático y demás. Sobre todo, una densidad anormalmente alta de neuronas. Es decir, que el cerebro se ejercita y posteriormente se convierte en la mejor huella del pasado. Un cerebro nos puede decir si tenemos aptitudes como la capacidad de concentración, la planificación o la perseverancia ante los retos. Un cerebro nos puede decir muchas cosas del pasado que sirven para adelantarse al futuro, sobre todo en el estudio de enfermedades.
Bancos, para bien o para mal, hay muchos. Pero como éste, muy pocos. Salamanca puede presumir de contar con un banco de tejido nervioso, es decir, un banco de cerebros. Algo que va más allá de lo que es la donación de órganos y que puede salvar "millones de vidas" a largo plazo. Ubicado en la sede del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, Universidad de Salamanca, presta cobertura a toda Castilla y León, al igual que otros biobancos de esta comunidad autónoma, y otras regiones colindantes que lo requieran.
Su objetivo principal es la recogida, procesamiento y almacenamiento de tejido nervioso (cerebro, líquido cefalorraquídeo y/o médula espinal), cedidos voluntariamente, para la realización de estudios post-mortem. En España es sabido por todos la importancia que tiene la donación de órganos para realizar trasplantes, y que puede dar vida a cinco o seis personas. Pero se conoce poco la donación de cerebros para la investigación.
Este tejido donado es cedido a los investigadores de todo el mundo que lo soliciten y cumplan las estrictas condiciones éticas, legales y científicas fijadas por la legislación vigente. En este momento no existe un tratamiento eficaz para detener o curar la Enfermedad de Alzheimer, otras demencias relacionadas con ella, ni otras enfermedades neurodegenerativas, como la Enfermedad de Parkinson, la Enfermedad de Huntington o la Esclerosis Lateral Amiotrófica. Para investigar las causas y posibles tratamientos de estas enfermedades neurológicas, o incluso también las psiquiátricas, no basta con estudiar animales de experimentación o modelos de laboratorio.
¿Y qué se hace con ello? El doctor en Bioquímica y Ciencias Biológicas, y director científico del Banco de Tejidos Neurológicos del INCYL, Javier Herrero, que es el encargado de coordinar a un equipo de trabajo, lo relata a El ESPAÑOL Noticias de Castilla y León. En primer lugar pone el foco en el desconocimiento que hay sobre esta donación, en su opinión, el principal problema. “La donación, como es lógico, se realiza postmortem y voluntaria y conlleva un consentimiento informado, similar al de órganos, pero en algunos aspectos diferente. Viene amparada por el área de investigación y burocráticamente quizás es un déficit para conseguir más donantes", explica.
Así es el proceso
El proceso para donar cerebros da comienzo tras la muerte del donante. Es el momento de avisar al INCyL lo más rápido posible ya que en este tipo de donaciones, el tiempo es oro. Existen diferentes vías para realizarlo. La administración o teléfonos de contacto 24 horas de la propia institución (669 60 57 23). La extracción del órgano se realiza en un hospital y se trata de una operación “rápida” aproximadamente de una hora y media. Posteriormente se lleva el cuerpo al tanatorio. Todo esto de manera rápida y demostrando que es un acto de generosidad inmenso.
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Tras la extracción, una parte del tejido se congela a muy baja temperatura y se archiva. Otra parte se procesa para su diagnóstico. Este diagnóstico neuropatológico será el diagnóstico definitivo del donante, que puede confirmar o no el diagnóstico previo del sujeto, y que será utilizado en el futuro como referencia para el uso del tejido en investigación.
Quizás eso de donar el cerebro pueda suponer un rechazo, tanto para el donante como para la familia, sin embargo, el doctor Herrero lo niega y cree que es más un "problema de ignorancia y desconocimiento". En este punto asegura que la gente no lo conoce. “La donación de cerebro es un acto de generosidad inmenso, del mismo nivel o mayor que el de órganos", apunta. Herrero destaca que "cualquier" persona puede ser donante de cerebro, no solo los que se vean afectados por alguna enfermedad, ya que es de vital importancia que haya lo que denominan los 'cerebros control'.
Una vez realizado este punto, el INCyL se compromete con la familia a trasmitir un "diagnóstico real" de la persona donante. Es decir, un informe preciso de qué ha ocurrido con esa persona. Esta donación servirá para en el futuro conocer más sobre algunas enfermedades. Por ejemplo, el doctor desmiente el mito de las enfermedades neurodegenerativas hereditarias. "Más del 95% de las patologías no lo son. Son mitos difíciles de derribar si no se escucha a los que saben de estas cosas", asegura.
España tiene actualmente 15 bancos de cerebros repartidos por todo el territorio, estando la mayoría de ellos ubicados en hospitales y que se coordinan para un mejor servicio. En este caso, el banco de cerebros de Salamanca tiene la peculiaridad de que está ubicado en un instituto de investigación. "Somos el único biobanco que damos cobertura a toda la Comunidad. Es una Comunidad muy amplia, pero tenemos la fortaleza de que es muy longeva y eso da la posibilidad de que exista una donación de cerebros mayor", ha recalcado.
Cantera de cerebros
El Banco de cerebros del INCyL, que actualmente cuenta con 92 cerebros, lleva en marcha una década donde se han clasificado hasta 150 tipos diferentes de patologías, habiendo participado en la cesión de muestras a un investigador de Barcelona que descubrió un subtipo de ataxia, que afecta a la actividad motora del cerebelo. También en otro "hito importante" como es el descubrimiento de la existencia de la neurogénesis en adultos. "Hace tres años una investigadora, con una muestra enorme de cerebros, pudo determinar y demostrar que si existe neurogénesis. Son hitos que a lo mejor se puede pensar que no curan, pero la investigación básica es clave para poder entender", ha destacado.
Esos 92 cerebros pueden ser más, ya que se tienen muchos más donantes potenciales, con más de 550 personas que han firmado el consentimiento y tienen el compromiso. "Eso es una labor que se ha hecho de divulgación enorme", ha subrayado Javier Herrero. Es decir, que hay cantera de cerebros en Castilla y León.
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