“La escuela nos enseña a comprender la realidad. Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad, en la riqueza de sus aspectos, de sus dimensiones”. Una frase del Papa Francisco que se puede aplicar perfectamente a lo que se quiere que sea la enfermera escolar. Desde hace varios meses, desde la Asociación Española de Enfermería y Salud Escolar de la Comunidad de Castilla y León y varias plataformas se viene reivindicando su presencia permanente en la escuela.
Las enfermeras escolares son profesionales sanitarios que, en el transcurso de todo el horario lectivo, dan respuesta a diversas cuestiones relacionadas con la asistencia, el cuidado de los niños, niñas, así como de los adolescentes sanos en el transcurso de los años de educación obligatoria de escolarización. “Facilitan la integración en la escuela de aquellos niños con más vulnerabilidad de salud, con enfermedades crónicas, pluripatologías y necesidades especiales que requieren unos cuidados más específicos”, explica la presidenta de la asociación, Mayte Albillo. Con ello, asegura, “se facilita su derecho a la educación, reduciendo el absentismo por motivos de salud. Esta enfermera también representa un pilar esencial en la detección de casos de niños, niñas y adolescentes en situación de riesgo de exclusión social, a causa de la pobreza, factores familiares, riesgo de bullying, maltrato... su detección resulta fundamental para activar las respuestas necesarias para una intervención oportuna”, explica la presidenta.
Pero para conocer mejor el trabajo de esta enfermera, desde EL ESPAÑOL Noticias de Castilla y León nos ponemos en contacto con Elena Santos, quien desde septiembre de 2020 trabaja como enfermera escolar en el centro Cristo Rey en Valladolid. Allí se ocupa del cuidado y la promoción de la salud entre la comunidad educativa de este centro jesuita.
Como es lógico desde su incorporación el covid-19 lo centró todo. Ella se encargaba si surgía un caso positivo de controlar los contactos estrechos del mismo y seguir el protocolo Covid en colaboración con el equipo directivo y un representante del Consejo Escolar. Ahora, dos años después, afortunadamente todo ha vuelto a la normalidad y ella es la encargada de atender a niños con dolencias crónicas, o problemas del día a día como caídas, vómitos, contusiones, torceduras, ataques de ansiedad o cualquier accidente que se pueda producir.
Elena nunca había trabajado en colegios, siempre en hospitales, pero su colaboración en el Consejo Escolar ya que tiene cuatro hijos, le hizo decidirse por aceptar este servicio de enfermería en el centro. El día comienza con el control de niños que tengan dolencias crónicas, por ejemplo, un alumno con diabetes. Ella ve en su ordenador los baremos y comprueba si necesita un zumo o algún alimento. Algo que le llama la atención a esta vallisoletana de 50 años son los “problemas de salud mental” que tienen los escolares. “Intento crear un ambiente de confianza y te van contando que el dolor de cabeza se pasa porque lo que tenían era una preocupación”.
Las alergias alimentarias también es otro problema que está creciendo y que la enfermera puede controlar. “La escuela está para formar y para que salgan siendo competentes, pero en todas las materias. Tan importante son las matemáticas como reaccionar ante un mareo o una caída, porque son analfabetos en temas de salud”, recuerda. Por eso, ella también tiene su momento de docencia. Por ejemplo, si están dando en Ciencias, el sistema cardiovascular, ella aprovecha y entra en clase para explicar la reanimación cardiopulmonar.
Solución al momento
Otro de los beneficios es que cualquier problema que tenga un niño se puede solucionar en el mismo centro y los padres no tienen que acudir al médico o al servicio de Urgencias. “Ahora que la conciliación está tan complicada, no es un gasto, es un ahorro y una inversión; los niños tienen derecho a ser atendidos”, argumenta.
Desde hace meses se ha puesto en marcha una campaña de recogida de firma a favor de que "todas las escuelas de España dispongan de una enfermera", proceden de profesionales sanitarios y también de otros ámbitos: docentes, padres, madres, familiares, ciudadanos en general... que creen en la necesidad de que las enfermeras escolares estén presentes en los centros escolares para dar la asistencia sanitaria y la educación para la salud a una de las poblaciones más vulnerables y con un potencial más alto de aprendizaje. Esto anteriormente lo hacían los profesores, pero “ante una situación grave se queda paralizado y, como es lógico, no saben qué hacer”, explica Santos. que agradece que en su centro "confíen" en ella y apuesten por esta figura.
La figura de la enfermera en la escuela no es novedosa, sino que es una realidad en otros países. A nivel internacional, existe evidencia científica de su impacto favorable en la salud de los más pequeños y de los adolescentes, como futuros adultos. Dicho impacto va más allá del alumnado, si no que incide en toda la comunidad educativa, así como en la propia comunidad donde está ubicada la escuela. Es cierto que para las escuelas del mundo rural es aún más complicado.
En nuestro país, los colegios no están obligados a disponer de una enfermera escolar. Existen diferencias significativas entre Comunidades y podemos encontrar como, por una ley propia del parlamento, en alguna Comunidad Autónoma (como ejemplo la Comunidad de Madrid, Castilla-León) se permite que haya enfermeras en los centros educativos, mientras que en otras comunidades son prácticamente inexistentes, salvo por aquellos colegios privados que disponen de ellas desde hace años. “Tal cosa genera un agravio comparativo con niños, niñas y adolescentes que reciben su educación pública, dependiendo del territorio donde residan”, explica Albillo.
Tres enfermeras en Valladolid
En Valladolid hay actualmente tres enfermeras escolares durante todo el curso en los centros escolares de El Pilar, con la que Elena mantiene un estrecho contacto, el colegio Internacional y el propio Cristo Rey. Desde hace unos días, y tras una gran lucha, el colegio Pedro I de Tordesillas también lo logró. Allí está escolarizado Fabián, un niño con necesidades especiales y que requiere de una enfermera para evitar posibles ‘sustos’. Sin embargo, y como advierte Mayte Albillo la contratación de esta profesional es solo para el mes de junio por parte de la Consejería de Educación. “Es un parche para que callemos porque a la enfermera solo le han hecho contrato por un mes. No tiene perspectivas de seguir. Mostramos nuestro apoyo a ella, pero está claro que no es una persona especializada. Ya que nos han concedido este mes, los niños estarán atendidos, pero seguiremos en la lucha para conseguir que esté presente en todos los centros escolares de Castilla y León”.
Otro de los objetivos es implementar la asignatura ‘Promoción y educación para la salud’ para que sea impartida por enfermeras escolares; ya que dadas sus capacidades como profesionales permitirá a los alumnos recibir los conocimientos necesarios para convertirse en ciudadanos responsables, que sepan enfrentarse con éxito a la realidad de su vida adulta y que cuiden de su propia salud, respaldando de la misma manera, su entorno familiar y comunitario.
Todo ello con el objetivo de lograr que la enfermera escolar “sea un miembro más de la comunidad educativa, trabajando en coordinación con el resto de los profesionales del entorno escolar; que la enfermera asesore, apoye y ayude en todos los aspectos que hacen referencia a la salud escolar, creando un espacio de cambios positivos en la salud de toda la comunidad educativa”.