Este 27 de mayo se celebra el Día Nacional de la Enfermedad Celíaca. Un problema que cada vez más amenaza a los castellanos y leoneses. Por eso, desde el Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región, que comprende las provincias de Burgos, Palencia, Soria, Valladolid y Zamora, advierte de un puto básico en la lucha contra este problema y que no es muy conocido.
Así, descubren que el dentista es un facultativo clave para la detección de la celiaquía. Por eso recuerdan que en muchas ocasiones los síntomas de esta enfermedad sólo se reflejan en la cavidad oral, por lo que el papel del dentista es fundamental para su diagnóstico y tratamiento.
La celiaquía afecta al uno por ciento de la población europea. Sin embargo, se calcula que un porcentaje muy elevado de los pacientes, alrededor del 75 por ciento, estaría sin diagnosticar debido a los síntomas tan heterogéneos que presenta esta enfermedad. Los más conocidos son hinchazón y dolor abdominal, pérdida de peso, diarrea o estreñimiento. Sin embargo, no sólo afecta al aparato digestivo, también se manifiesta en la cavidad oral.
El presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región, Víctor Zurita, explica que, en muchas ocasiones, los síntomas orales pueden ser las primeras o las únicas manifestaciones de la celiaquía en personas no diagnosticadas, por eso, el papel del dentista "es fundamental en la detección y tratamiento de esta enfermedad".
Víctor Zurita explica que los síntomas más frecuentes son la xerostomía o boca seca, ya que esta enfermedad provoca que el organismo produzca menos saliva. Esto también causa una alteración importante en las mucosas, que se ven irritadas y enrojecidas.
Otro de los síntomas es la hipoplasia en el esmalte, que se debe a determinados factores inmunitarios y nutricionales, como la falta de calcio, ácido fólico y vitamina B. En estos casos, el esmalte dental es defectuoso y presenta rugosidades o surcos, manchas marrones, amarillentas o blanquecinas. Normalmente, estos signos aparecen en los incisivos superiores y en los primeros molares superiores.
Las caries y las enfermedades periodontales son otras de las patologías que pueden provocarse por la celiaquía como consecuencia de la sequedad bucal y la debilidad del esmalte dental. También pueden aparecer aftas bucales, normalmente muy dolorosas, en la lengua, el paladar blando y la mucosa de los carrillos por la malabsorción de nutrientes como el hierro sérico, el ácido fólico y las vitaminas B5 y B12.
Hay otras manifestaciones menos frecuentes, como es la glositis atrófica, que es la inflamación de la lengua, y la glositis migratoria benigna, que suele empezar por una placa blanquecina que se va extendiendo hacia los bordes de la lengua. Otra son las lesiones o fisuras en la comisura de los labios.
En los niños, además de estos síntomas, también se pueden detectar otros, como el retraso en la erupción dental o que los dientes crezcan de forma asimétrica; trastornos en la mineralización del esmalte dental por un inicio temprano de una dieta sin gluten y altos niveles de placa bacteriana.