Castilla y León perdió el pasado año un 0,58 por ciento de su población, es decir, tiene 13.937 personas menos a fecha 1 de enero de 2021, aunque su saldo migratorio con el exterior fue positivo y aumentó "notablemente" hasta las 5.320 personas.
Así se desprende de la estadística publicada este miércoles por el INE y recogida por Europa Press que desvela que la población residente en España aumentó en 61.609 personas durante el año 2020 y se situó en 47.394.223 habitantes a 1 de enero de 2021, datos que son provisionales.
Según estos datos, Castilla y León y Asturias son las comunidades que registran los descensos de población más acusados, con una caída del 0,58 por ciento de sus habitantes, junto a la ciudad autónoma de Ceuta, donde la pérdida es del 0,68 por ciento.
En el caso de Castilla y León, la población a 1 de enero de 2020 era de 2.401.307 habitantes, mientras que un año después es de 2.387.370 residentes.
No obstante, la Comunidad compensa un saldo vegetativo negativo (nacimientos menos defunciones) de 22.543 personas, con un saldo migratorio positivo con el extranjero de 5.320 personas, es decir llegaron más personas de las que se marcharon fuera, al igual que con un saldo migratorio positivo interior (entre regiones) de 3.403 personas.
Por provincias, según los datos del INE, todas ellas perdieron población a excepción de Ávila, que registra 260 residentes más que a 1 de enero de 2020, al pasar de 158.895 a 159.155 habitantes.
En Burgos, se ha pasado de una población de 355.693 a 354.478 habitantes; en León, de 459.236 a 455.066 habitantes; en Palencia, de 159.906 a 158.594 residentes; en Salamanca, de 331.081 a 327.958 habitantes; en Segovia, de 154.205 a 154.172; en Soria, de 89.892 a 89.467 habitantes; en Valladolid, de 520.732 a 518.983 y en Zamora, de 171.661 a 169.505 residentes.