La vicepresidenta y la ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, aseguró hoy que ha llegado el momento de actuar para transformar el medio rural en un territorio lleno de derechos y oportunidades, una tarea que destacó se ha convertido en una prioridad para el Gobierno de España, pero también para el conjunto de la sociedad.
Ribera, que clausuró la IV Feria Nacional para la Repoblación de la España Rural (Presura) en el espacio coworking de El Hueco de Soria, sostuvo que debe pasar a la historia lo que Andrés Rodríguez-Pose denominó la España de quienes no importan. “Todos importamos”, dijo y añadió: “Todos debemos ser ciudadanos de primera” y ser “igualmente dignos” en situaciones diferentes, porque con “audacia”, “innovación” y “capacidad creativa”, están incluso por encima de lo que los “ojos miopes” de “pequeños rincones urbanitas” son capaces de ver.
Por ello, la vicepresidenta remarcó que en este foro que una “muy buena parte de España” ha mostrado su voluntad de construir un futuro mejor, pese a haber pasado “injustamente desapercibidos”. Ahora, insistió en que se vive un “momento de oportunidad”, con la llegada de los fondos europeos tras la crisis del COVID-19, para atender y acompañar una demanda social, que a su juicio “se escucha con fuerza” y que reclama un presente y futuro mejor, más equilibrado, para en definitiva construir pueblos con futuro.
Ribera reconoció que la España interior no fue lo suficientemente acompañada durante décadas de enorme dinamismo y oportunidad, lo que supuso que acumulara “injustamente” crisis. Esto, añadió, provocó que perdiera peso demográfico y que surgieran desequilibrios derivados de la masculinización o el envejecimeinto, algo que insistió es “posible corregir”, aunque matizó no se trata de repoblar cada rincón, sino de asegurar que quien quiera quedarse o asentarse, pueda hacerlo.
Además, argumentó que la brecha de la desigualdad es más profunda para los jóvenes y las mujeres, respecto a los mayores y los hombres. En los pequeños municipios, dijo, las mujeres han dejado de estar presentes y como ejemplo, apuntó que en Castilla y León durante la última década, el saldo mujeres que abandonaron las áreas rurales fue de menos 22.000, una de cada cinco. Esto, explicó, se produce al pasar de la adolescencia a la madurez y al crecer los hijos. También señaló que 74.000 personas de 18 a 35 años se fue de municipios de menos de 10.000 habitantes.
Más allá del sector primario
La viepresidenta expuso que para lograr la recuperación demográfica y reconstruir los desequilibrios es necesaria una mirada amplia, con valor añadido, más allá del sector primario, con el que sin embargo puede convivir. Teresa Ribera se refirió a otro tipo de desarrollo vinculado a la educación, la formación, las pautas culturales, emocionales y la historia, que señaló deben ser reconocidos como valores de primer orden, junto al medio ambiente y su conservación, que recordó se debe a estos conciudadanos.
De esta forma, abogó por un futuro sostenible, equilibrado social y ambientalmente, más aún tras la oportunidad que ha brindado un año “terrible”, en el que el confinamiento se vivió de forma diferente en las áreas rurales que en las urbanas. Esto, añadió, ha mostrado las ventajas de los entornos “más próximos” al aire libre, frente a los lugares “cerrados”, “grises” o “más difíciles”.
Como herramientas, Teresa Ribera, subrayó que están las medidas del Plan de Recuperación, que busca una transformación para que esta generación resuelva los problemas que no quiera dejarle a la siguiente. Esto, añadió, se conecta con el gran pacto verde de Europa, como un proyecto para la refundación de la Unión, y con el objetivo de hacer avanzar “rápidamente” hacia la cohesión social y territorial que demanda el país.
La vicepresidenta apostó por la “lluvia fina permanente”, por acumular sinergias, aprovechar el talento, las ganas y por hacer partícipes a los vecinos del medio rural de las intervenciones. Por ello, abogó por activar las palancas sobre las que existe consenso para aportar un “plus” y remarcó que ya se han transferido recursos para acometer proyectos de rehabilitación de viviendas, pero también de saneamiento y depuración o energía local.
También destacó la importancia de la conectividad y la digitalización porque en su opinión da “libertad” para elegir el lugar donde vivir, pero recordó que son necesarias infraestructuras, porque ahora la distancia se mide de forma diferente, servicios, así como una movilidad electrificada, en la que a su juicio el vehículo privado “puede tener sentido”.
Además, consideró necesario facilitar el emprendimiento de los jóvenes y mujeres, mejorar la participación de los vecinos, especialmente, de los jóvenes con nuevos mecanismos de participación, recuperar el estado de bienestar, que remarcó ha “sufrido muchísimo más en el medio rural”, descentralizar los centros administrativos, como se está haciendo con el de datos de la Seguridad Social, que se asentará en Soria o los de Renfe, e impulsar el correcto aprovechamiento y conservación del patrimonio forestal.
Finalmente, la vicepresidenta tuvo palabras de alabanza para los alcaldes y alcaldesas que asumen tareas que le corresponden a otras instituciones y que trabajan “a pie de obra”, a veces sin reconocimiento, como las organizaciones de la sociedad civil. Así, destacó que en las manifestaciones de interés, más de 4.100, aproximadamente el 60 por ciento, procedían de regidores y vecinos que trabajaban para buscar un futuro para su pueblo.