La Junta de Gobierno Local aprobó dos expropiaciones nuevas que permitirán liberar un tramo "oculto" de muralla, concretamente en la calle Ramón Álvarez, junto al arco de Doña Urraca.
El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, junto con los concejales de Hacienda y Obras, Diego Bernardo y Pablo Novo, respectivamente, explicó que las dos parcelas que se han expropiado, de mutuo acuerdo con los propietarios, se sitúan "justo al borde de lo que ya es propiedad del Ayuntamiento", y facilitará ampliar la zona visitable.
Guarido señaló que el coste de las expropiaciones es de 84.500 euros y afecta a 400 metros cuadrados de terreno, ubicado en una "zona estratégica", y en uno de los cinco tramos donde el Gobierno de España tiene previsto intervenir para restaurar la piedra de la fortificación, "bastante deteriorada".
El objetivo del Consistorio con esta nueva actuación es poder crear una zona visitable en ese tramo de la muralla, con un punto de acceso desde la calle Mesones, aunque para ello habría que atravesar un solar que el Plan Especial del Casco Histórico incluye como edificable.
Ya que, como cuando se realizó este Plan, hace 24 años se desconocía que la muralla se alargaba en ese espacio. "Sería una modificación posible y que interesa tanto a los propietarios del solar, como al propio Ayuntamiento", aseguró el alcalde.
Por otro lado, la Junta de Gobierno también admitió la licencia urbanística para la construcción de 42 viviendas destinadas a alquiler social en el barrio de Vista Alegre, ubicadas concretamente en la calle Burgos.
La parcela municipal cedida a la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) tiene cerca 7.000 metros cuadrados, pero solo se van a emplear 4.834 metros. El resto estaría disponible para una posible fase posterior.
Además, Francisco Guarido adelantó la posibilidad de ceder a la Junta otra parcela en la misma zona, con una superficie de 3.00 metros y en la que podrían edificarse otras 50 viviendas sociales.
Esto sería de acuerdo con la moción aprobada en Pleno a petición de una Asociación de Militares para ampliar el parque de pisos y otros servicios públicos, con vistas a la reapertura del campamento militar de Montelarreina.
Al margen de la Junta de Gobierno, el alcalde mostró su sorpresa por "informaciones" que avanzan que la localidad de Andavías tomará aguas de Duero para solucionar problemas de abastecimiento, una conexión que se está desarrollando "sin conocimiento del Ayuntamiento", propietario de la potabilizadora de Zamora.
En este sentido, Guarido evocó que los municipios del alfoz con los que se ha firmado un convenio para que sumen a la red de distribución son Villaralbo, Moraleja, Arcenillas, Morales del Vino, Tardobispo, Roales del Pan, Valcabado, La Hiniesta y El Perdigón.
Por lo que la incorporación de Andavías y, posiblemente de Monfarracinos, podría "dar al traste" con toda la tramitación que se ha llevado a cabo hasta el momento.
El mandatario municipal afeó la decisión de la Junta de Castilla y León, de Somacyl y de la Diputación Provincial de aprobar la incorporación de un municipio al sistema de aguas del alfoz "sin contar con nosotros".
"El agua es un bien escaso que está muy controlado por la Confederación Hidrográfica del Duero", sostuvo Guarido, que desaprobó que las obras para la red de abastecimiento que permitirá a Andavías abastecerse de agua de Zamora estén "ya en la plataforma de contratación".
"No todo el mundo puede conectarse a la red sin pedir permiso", destacó el alcalde, quien auguró "problemas" si continúa adelante el proyecto.
Es más, Francisco Guarido avanzó que en el caso de Monfarracinos, donde está previsto se construya un polígono industrial, el consumo de agua puede "multiplicarse por 500". "No sé cómo se arreglará, pero nosotros tenemos un convenio firmado con nueve pueblos y es lo que se va a respetar al milímetro", concluyó el alcalde.