El río Duero, la esperanza de Toro para solucionar sus problemas con el arsénico en el abastecimiento de agua

El río Duero parece ser la solución más factible para el problema con los altos niveles de arsénico en el abastecimiento de agua potable de Toro. La ciudad tiene "la suerte", como ha expresado el alcalde de Toro, Tomás del Bien, de estar bañado por las aguas de este río, que podría ser la alternativa más idónea al acuífero del que ahora se nutre la ciudad y cuyos niveles de arsénico superan el umbral permitido por la Junta de Castilla y León.

Una solución definitiva para esta crisis del agua en Toro, de la cual, Tomás del Bien ya ha adelantado que los niveles de arsénico en el agua "son irreversibles". Los estudios indican que el acuífero del que se nutre la ciudad "no va a bajar de niveles de forma natural". 

Por ello, el Ayuntamiento de Toro plantea realizar una captación en superficie directa a las aguas del Duero. Una solución que en su día ya tomaron otros municipios como la vecina Tordesillas, "que se nutría del mismo acuífero que Toro", apuntaba Tomás del Bien, o la propia Zamora capital. La idea es tomar directamente las aguas del río y construir una planta que realice los procesos de tratamiento necesarios para transformarla en agua apta para el consumo humano. 

Eso sí, Tomás del Bien advierte que se trata de un plan para el futuro que "tardará no menos de un año". Y es que una infraestructura de este tipo va a necesitar de apoyo de otras Administraciones públicas como la Diputación Provincial y la Junta de Castilla y León. Precisamente en la Delegación Territorial de esta última ha tenido una reunión el alcalde de Toro con la delegada territorial, Leticia García, quien ha mostrado su disposición a apoyar este futuro proyecto.

Ambos se reunían también para seguir trabajando por soluciones a corto y medio plazo para paliar los niveles de arsénico en las aguas toresanas, así como para aclarar las diferencias en los análisis sanitarios efectuados por la Junta (que sí dan niveles no permitidos) y los de Acciona, concesionaria del servicio de aguas en Toro (que dan niveles aptos). 

Leticia García aseguraba que la Junta "estudiará los compromisos económicos de cara al futuro" para apoyar esta captación en superficie hacia el río Duero. Por lo demás, el Ayuntamiento de Toro también ha anunciado a la Delegación Territorial que pretende instalar una estación de tratamiento de arsénico "en primavera". Se trata de una planta modular, que servirá como solución temporal al problema, porque de regular los nivele de arsénico y el PH del agua.

Un instrumento también necesita de sus plazos para construirse a medida, en base "al nivel de caudal y uso del agua en Toro". Tomás del Bien pone como plazo los meses de primavera, al tener que pasar antes por todas las fases de la tediosa contratación pública, de la cual espera que "pueda aligerarse al tratarse de una urgencia".

Y mientras todo eso llega, el Ayuntamiento de Toro mantendrá las potabilizadoras portátiles, cedidas por la Diputación Provincial, en el paseo del Canto, la plaza San Francisco y la plaza Mayor de Tagarabuena. Además, el Consistorio sumará otras tres más, repartidas por otros puntos de la ciudad y mantendrá la entrega a domicilio de garrafas para personas con movilidad reducida.

Controles

Por lo demás, Leticia García ha advertido de que el Servicio Territorial de Sanidad de la Junta continuará desarrollando su labor de control de las aguas, "como autoridad sanitaria que vigila los suministros de todos los municipios". Y ha instado al Ayuntamiento de Toro a que ponga "todos sus esfuerzos" en solucionar los problemas que genere dicho suministro "como es su obligación".

Además, Leticia García ha respondido al requerimiento del Ayuntamiento de Toro de conocer todos los pasos de este control a las aguas de la ciudad, desde la forma en la que se toman las muestras, su traslado y análisis en los laboratorios oficiales de la Junta. Algo que Tomás del Bien también ha requerido a Acciona, como concesionaria del servicio de aguas, para intentar aclarar las razones por las que los análisis de uno y otro lado no coinciden.