La Secretaría de Estado del Vaticano solicitó ayer al obispo de Zamora, Fernando Valera, información sobre los incendios que están arrasando la provincia con la intención de trasladársela al papa Francisco. A su vez desde la Secretaría han transmitido su solidaridad y afecto hacia todas las víctimas.
Es sabido que el papa es especialmente sensible a este tipo de catástrofes, ya en su encíclica Laudato si demuestra "una amplia y profunda preocupación por la habitabilidad de la casa común y plantea, a creyentes y no creyentes, una propuesta integral para propiciar un cambio de valores que permita desarrollar una espiritualidad basada en el respeto ecológico".
A lo largo de estos días, la Iglesia de Zamora, consciente de la dramática situación que atraviesa la provincia, ha querido estar al servicio de las víctimas, procurándoles la atención espiritual y material necesaria. Es por eso que desde el primer momento se le trasladó a Clara San Damián, delegada territorial de la Junta de Castilla y León, la total disponibilidad de la diócesis para colaborar en lo que fuese pertinente.
En este sentido, la diócesis puso el Seminario San Atilano a disposición del operativo de acogida, Cáritas recibió en sus residencias a una veintena de personas, también ha abierto una campaña de emergencia a favor de los afectados y algunos sacerdotes han acompañado a los evacuados compartiendo tiempo, animando y colaborando en la logística para hacer más confortable la estancia en recintos como IFEZA o el pabellón de Carbajales de Alba.
Del mismo modo, el obispo de Zamora invita a la comunidad cristiana "a rezar por el eterno descanso de los fallecidos y quiere alentar a sus familias en los duros momentos que atraviesan, uniéndose a su dolor y rogando al Señor que les aporte la ayuda y el consuelo necesario en esta difícil situación". Monseñor Valera desea también la pronta recuperación de los hospitalizados y que los damnificados "sean debidamente atendidos en orden a recuperar las condiciones necesarias para una vida digna en sus lugares de origen".
Desde la diócesis se quiere agradecer también "la extraordinaria respuesta" de los profesionales y voluntarios que han dado cobertura a tantas urgencias en estos días de miedos e incertidumbres. En este momento hacemos nuestras las palabras del papa Francisco cuando afirma que "la humanidad está llamada a tomar conciencia de la necesidad de realizar cambios de estilos de vida, de producción y de consumo, para combatir este calentamiento o, al menos, las causas humanas que lo producen o acentúan. Dios quiera que esta sea la última tragedia que vive esta provincia y que entre todos pongamos los medios necesarios para evitar que se vuelvan a producir situaciones similares".