La Audiencia Provincial de Salamanca absolvió a un zamorano acusado de agredir sexualmente a una joven salmantina a la que conoció por una aplicación de citas. La sala, de hecho, le considera responsable del delito del que se la acusaba, aunque le aplica una eximente completa de responsabilidad penal de intoxicación por drogas, puesto que, según recoge la sentencia consultada por Ical, había consumido gran cantidad de cannabis cuando sucedieron los hechos.
No en vano, le obliga a indemnizar a la víctima con 3.000 euros en concepto de daños morales, pero le exime de asumir las penas de seis y diez años que le pedían el Ministerio Fiscal y la acusación particular, respectivamente. Dicha cantidad, igualmente, dista de los 16.000 euros que reclamaba la acusación y de los 12.000 que consideraba justos la Fiscalía.
El acusado reconoció en el juicio, y así se considera probado en la sentencia, que se despertó en mitad de la noche penetrando a la joven. Cuando ella se percató de los sucedido y le dijo algo que ninguno de los dos recuerda, es cuando se dio cuenta de la situación y se retiró de inmediato. Después, la joven se dio medio vuelta en la cama y continuó durmiendo hasta la hora indicada para despertarse. Según la sentencia, el hombre estaría en “estado de inconsciencia” debido al consumo de “entre ocho y diez porros” que había compartido con ella.
La sala reconoce que los relatos de acusado y víctima coinciden en lo esencial. Se habían conocido a través de una aplicación de citas y él había acudido desde a Zamora a Salamanca para verse con ella algunas veces. Durante esos encuentros, de un par de horas de duración, “se besaban, pero sin tener relaciones sexuales”. Mientras, mantenían una fluida relación por mensajería instantánea.
De este modo, un día convinieron que ella acudirá a Zamora para estar con él y pasar la noche en su casa. Tras dar varios paseos por la capital zamorana y cenar juntos en un restaurante se fueron a casa pasada la medianoche. Se besaron y se fueron a la cama sin iniciar relaciones sexuales, puesto que ambos estaban muy cansados y habían consumido cannabis, hasta las 3.30 horas, cuando sucedieron los hechos por los que el hombre ha sido enjuiciado.
A la mañana siguiente, la joven le pidió explicaciones por lo sucedido y él no supo dar respuesta, pero la llevó de vuelta a Salamanca en su coche. La sentencia recoge que, en los días posteriores, él decía sentirse muy mal por lo ocurrido y que buscó ayuda terapéutica. El profesional le recomendó, de hecho, alejarse de la joven, tras lo que ella acudió al hospital ante el miedo a un posible embarazo o al contagio de una enfermedad de transmisión sexual e interpuso la denuncia pasados cinco días desde que ocurrieran los hechos.