La soledad no deseada, un "estigma" que afecta cada vez más a los jóvenes y que solo un 9% de la población reconoce
- El CES ha sido el escenario de debate de este "problema profundo" y que se debe, en gran parte, a "redes sociales, superficialidad de relaciones y el individualismo".
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La soledad no deseada ha centrado el debate este miércoles en el Consejo Económico y Social de Castilla y León. Un foro social, que se puso en marcha en 2020, coincidiendo con la pandemia, y cuenta con ponentes de "altísimo nivel".
"Es un problema profundo de la sociedad, no es menor o circunstancial. Un problema generado por el propio entorno", afirma el presidente del CES, Enrique Cabero.
Quien, además, matizaba que el foco no solo está en las personas mayores, como tradicionalmente se tiende a pensar, o en el ámbito rural, ya que también existe en las ciudades y en los jóvenes.
Txetxu Ausín, presidente del Comité de Ética del CSIC, ha destacado que la soledad es un "problema de nuestro tiempo" porque expresa "una forma de cambio de vida" que ha llevado a tener este sentimiento.
Lo relaciona con el "auge del individualismo, debilitamiento de lazos sociales y familiares y la relación con las tecnologías digitales".
Un proyecto donde han intentado "poner la mirada en la vivencia compleja que es la soledad". Una situación que afecta a muchas personas y donde pocos lo manifiestan.
A palabras de Carmen Cárdenas, coordinadora del proyecto Crece, "solo un 9% es capaz de manifestar que se encuentra en estas situaciones". Lo que lleva a ser complejo tener un dato exacto de cuántas personas se sienten solas.
"Es difícil que una persona te lo reconozca. La soledad es un fenómeno en 'U', más alta en los jóvenes, cuando las personas tienen más edad, vuelve a estar más presente", asegura.
La juventud es uno de los sectores que más experimenta este tipo de situaciones. Todos han coincidido en la influencia de las redes sociales, que juegan un "rol ambivalente" ya que "dan la impresión de tener mucha gente, pero si preguntas cuántas personas hay para contar un problema, el número se reduce".
Una "soledad que llega a doler" y que afecta tanto "física como psicológicamente a la persona". Para ello, trabajan en buscar soluciones que puedan ayudar a quienes tienen este sentimiento.
Alguna de ellas pasa por "promover lo que pueda generar vínculos significativos entre las personas y su núcleo cercano" o "recuperar valores que se han perdido". Aunque, matizan, que para "poder actuar, lo primero es conocer".
"No es tanto la receta de inventar algo novedoso sino de repensar el capital social de nuestras comunidades. Estar pendientes de otros. Recuperar vínculos sociales significativos", afirma Cárdenas.
Un proyecto que se ha hecho en todo el país y donde se han realizado 6.000 entrevistas que incluían cuestionarios. De ellas, 600 han participado también para ver "qué elementos comunes" encontraban.
De las 3.707 que mostraron su soledad no deseada, con este proyecto que sigue en marcha han podido comprobar una "reducción de su vivencia de soledad no deseada".
En León, por ejemplo, han realizado un proyecto con el Imserso con la exposición 'Un momento a solas' que ha servido de "experiencia de investigación" ya que es interactiva.
El objetivo era que salieran "con otra mirada" y se dieran cuenta de cómo afecta la soledad no deseada, así como los "tabús o patrones que hay insertados colectivamente" y la responsabilidad que hay como sociedad.