Hace 50 años, en Cervera de Pisuerga, localidad de la ciudad palentina, nacía José Manuel Fernández Carneiro. Él no tuvo la suerte de que los Reyes Magos le trajeran su juguete favorito cuando era sólo un niño.
Ahora, posee el Museo del Juguete más grande y solidario de toda España, que cuenta con más de 10.000 piezas expuestas, y se encuentra en Medina del Campo. De esta manera, su vida es un reflejo de que todo llega a su tiempo.
A principios de los 80, su infancia coincidía con el esplendor de los juguetes en toda España. Entre las marcas que más destacaban se encontraba Rico, que cada año ponía en sus escaparates juguetes emblemáticos que se anunciaban en televisión.
Así, los niños deseaban cada Navidad la Grúa Jumbo, el Rico Bus o el Mercedes 4x4, entre otros.
El autobús de Rico, por ejemplo, ha sido el primero de una colección que tras 20 años sigue creciendo, y ahora supera las 15.000 piezas. Un juguete excepcional, de gran tamaño y cabledirigido.
Sus luces se encendían, se podían abrir sus puertas, contaba con claxon y emitía sonidos de motos. Para la época, su precio no era asequible para todo el mundo, era un juguete caro, que, aunque fuera muy codiciado, no llegaba a todas las casas.
Así le pasó a José Manuel, los Reyes Magos nunca le llevaron a casa el tan deseado autobús. Aunque, 20 años después, todo cambió inesperadamente cuando su hermano encontró el Autocross en un mercadillo.
Ese hallazgo llevó a José Manuel a perder otra de sus obsesiones: el Rico Bus. Una vez que lo compró, vino el Ricordi Juguetes Reunidos, el Museo del Juguete de Medina del Campo.
El Seat 127 fue el segundo juguete en entrar en su colección, que era el coche familiar que tenía en su casa. Otra de las historias de José Manuel que refleja otra más de sus pasiones, los coches.
Aunque la colección nunca se pensó para mostrarse al público. Los amigos cercanos de José Manuel le convencieron para que no se la guardara sólo para él.
Tras mucho pensarlo, accedió a la apertura del museo, con la condición de que todos los ingresos de las ventas de las entradas se destinaran a causas sociales, especialmente la ayuda a los más pequeños.
Aunque este tesoro sirve para contar la historia de España del siglo XX, también ha hecho que naciera la Fundación Juntos por una Sonrisa, que preside José Manuel. Esta fundación busca el bienestar de los niños, y usa los juguetes como herramienta para ello.
Aquellos juguetes que un día llegaron de alegría generación tras generación, hoy en día se utilizan para mejorar la vida y avivar las sonrisas de los niños desfavorecidos de toda la sociedad.
Esta fundación se encarga de la gestión de una guardería en Cuba, en la que diariamente alimentan a 40 niños y niñas.
A partir de este mes de septiembre, van a ofrecer apoyo escolar a niños en Medina del Campo y el resto de la comarca, también ofrecerán 200 bocadillos solidarios al mes, en la iglesia de San Antón.
También organizan campañas para la recogida de juguetes y así que ningún niño no se quede sin regalo por Navidad, fomentando iniciativas como Picto Pueblo en la que la inclusión y la accesibilidad en los entornos urbanos esté a la orden del día, y ayudando a personas con dificultades comunicativas.
El Museo del Juguete es un lugar único, en el que conectar y emocionarse con el niño interior. En sus 1.200 metros cuadrados, están distribuidos una amplia colección de juguetes icónicos que han marcado la infancia de multitud de generaciones.
Entre las piezas que destacan se encuentra una figura de Betty Boop de 1,92 metros, única en España, el Palacio de Oriente, que se trata de la construcción Tente más grande del mundo. También, la primera Barbie lanzada al mercado en 1959 junto a su antecesora, Billy, el Cocherito Leré, el Seat 1400 de Jyesa, el primer coche radiocontrol fabricado en España, un bólido de pedales de 1925, 15 Playmobil de tamaño gigante y mucho más.
Todas estas figuras hacen que sea casi imposible hacerse una idea completa de todo lo que esconde este museo.