Carnero encargará un segundo estudio "profundo y riguroso" del soterramiento para tomar una decisión "definitiva"

El alcalde de Valladolid, Jesús Julio Carnero, ha avanzado este jueves, tras celebrarse la tercera Mesa del Soterramiento, que pedirá un segundo estudio "profundo y riguroso" a un tercero para tomar una decisión "clara y definitiva".

Y es que el regidor no se va a rendir pese a que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible certificara que el soterramiento es una “entelequia” en la presentación de su informe técnico. Por ello, ha informado sobre este plan B con el firme objetivo de llevar a cabo su mayor promesa desde que tomó el bastón de mando.

El alcalde sigue a la espera que desde Adif le envíen el expediente completo que sirvió para la presentación del ministro Óscar Puente y poder dar los “pasos sucesivos”. Pero incide en que "el sentir social, económico, sindical y mayoritario es este", y expresaba la importancia de "eliminar el muro que actualmente divide la ciudad".

Recordaba en esta rueda de prensa la comparecencia de Óscar Puente, un día "triste" en el que "no se da alternativa" por un "ministro socialista que le da la espalda al mayor proyecto social que pueda tener la ciudad". 

Un informe que ha vuelto a definir "de parte" y que "malamente" se va a creer. Un problema que, asegura, "lo puede resolver esta generación o el futuro" porque "Valladolid no puede aparecer dividida a lo largo de su historia por el ferrocarril". En su intervención, el regidor ha apuntado a tres "resistencias" que son técnica, económica y política.

En relación a la técnica asegura que quedó expresado que el soterramiento es "viable" pese a que sea "complejo". En cuanto a la económica, se ha pronunciado sobre las horquillas de máximos y mínimos expuestos por el ministro de Transportes y recordaba que los mínimos "no son reales". Para ello, justificó que soterrar en un tramo urbano, con triple vía cuesta 105 millones por kilómetro y añadió que la propia directora de Proyectos de Adif le trasladó que el precio era de 100 a 200 millones. 

Cuestionó que la integración pueda estar concluida en un plazo de cinco o seis años y, en relación al coste de la actuación, de 350 millones, destacó que en ese importe no está incluida la inversión en la estación en superficie, ni tampoco la modificación del viaducto para vehículos y peatones de la avenida de Zamora. 

Y, por último, en cuanto a la política se refiere, ha decidido extenderse más dado que es "evidente": "Tenemos un ministro socialista de Valladolid que no quiere el soterramiento para su ciudad". Aunque, señala, que tanto el alcalde como el presidente de la Junta seguirán "trabajando para vencer esa resistencia" y lograr que la vía del tren esté soterrada.

Por todo ello, ha informado del segundo estudio que encargarán para que analicen la viabilidad del soterramiento y, a partir de ahí, tomar decisiones. "La oportunidad de eliminar el muro que divide la ciudad sigue viva y vamos a seguir trabajando por ella. Este alcalde sale todavía con más fuerza y ganas de seguir luchando por el soterramiento", afirma.

Del mismo modo, ha garantizado que todo el mundo aboga por "una segunda opinión" y que se siente "con más fuerza" para llevarlo a cabo dado que el beneficio del soterramiento "no es solo económico, sino que también tiene beneficios sociales".

Carnero ha explicado que su prioridad es modificar el convenio de 2017 dado que la posición del Gobierno "no es inamovible" y que Feijóo "está a favor" de que se lleve a cabo este gran proyecto en la ciudad. "Vamos a hacer el estudio y, con ello, cuando veamos el informe tomaremos las determinaciones oportunas. Una decisión definitiva", ha finalizado. 

Un informe "poco serio y riguroso"

La Plataforma por el Soterramiento de Valladolid ha tildado de "poco serio y riguroso" el informe del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) sobre las actuaciones de integración del ferrocarril en la ciudad, dado que contiene en su opinión “importantes imprecisiones y carencias” desde el punto de vista técnico, económico, social y de la movilidad.

Un informe que ha sido presentado por la directora de planificación y proyectos del Ministerio, un "cargo nombrado a dedo", que ha manifestado que "está en contra de los soterramientos". Un documento que, a su juicio, es "falto de seriedad y rigor, con importantes carencias, imprecisiones e incluso manipulaciones en favor de su propuesta de integración a base de túneles y pasarelas".

Del mismo modo, el colectivo ha señalado que el Ministerio intenta provocar "desánimo" en los ciudadanos de Valladolid para hacer creer que la integración es “la única solución viable". "Se ve claramente en las infografías que aparecen en su documento que se mantiene la brecha que suponen las vías de tren aunque pretendan esconderlas con enredaderas y elementos urbanos. Son innumerables las escaleras y las rampas que en ningún momento mejoran la accesibilidad de las personas mayores y de las personas con problemas de movilidad", critican.

En ese sentido, la Plataforma aclaró que la brecha de cinco kilómetros que genera la vía del tren sigue existiendo con la integración y, por tanto, “segregando” a los más de 90.000 habitantes que viven al otro lado del muro. "El informe carece de una memoria económica detallada aportando unas cifras globales que no se sabe muy bien de dónde vienen, reduciendo descaradamente las que afectan a la integración e incrementando las del soterramiento", añadió el colectivo.

También criticó la "manipulación" que hacen de los plazos de ejecución de las obras porque limita la integración y alargando el soterramiento. “Es curioso que hayan tardado siete años en hacer un túnel, el de Panaderos, y ahora nos digan que en seis años van a hacer 16, lo que no es realista y materialmente imposible”, apostilló para destacar que entre el convenio de 2002 y el de 2017 únicamente se ha hecho el túnel de Panaderos como espacio que realmente afecte a la movilidad de los ciudadanos. 

"El soterramiento es la obra más solidaria e integradora y ecológica para Valladolid lo que, en ningún caso, consiguen los túneles y las pasarelas, que no sólo no incorporan suelo público sino que, al contrario, invaden espacio público a ambos lados de los márgenes de las vías", subrayan.