El Mesón Casa Pedro se caracteriza por una inmejorable calidad en lo que a la materia prima se refiere. También en completar unas elaboraciones tradicionales que quitan el sentido y en dispensar a sus comensales un trato familiar y personal. La relación calidad precio también es de suma importancia para que un negocio, que está a punto de cumplir 36 años, siga siendo una apuesta segura.
El negocio hostelero se ubica en Herrera de Duero, una localidad vallisoletana que se ubica a 12 kilómetros de la capital vallisoletana y cercano a Tudela de Duero. Cuando el establecimiento hostelero abrió sus puertas, allá por el 30 de marzo del año 1988, contaba con 200 habitantes. Ahora, tiene unos mil.
Pedro y Paula, con sus hijos Roberto y Asun, inauguraban el establecimiento hostelero con el fin de dar el mejor lechazo asado de la provincia de Valladolid. Al poco tiempo se les unían las parejas de los últimos, Jesús y Paula. La unión de todos ellos, en una bella historia familiar, es el secreto del éxito de un punto de encuentro contrastado ya en la provincia pucelana.
“La carta es amplia y apuesta siempre por los productos de calidad que enamoran a nuestros comensales. El plato estrella es el lechazo asado al horno de leña que elaboramos con todo el cariño para que los paladares de nuestros clientes disfruten de nuestra elaboración”, asegura Roberto, en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
El buen comer es el protagonista en El Mesón Casa Pedro.
Su historia
“Pedro y Paula tenían una carnicería que contaba con mucho éxito en la localidad. Pedro, que siempre estaba pensando en el futuro de sus hijos, montó un restaurante pequeño, para unas cien personas, que ahora tiene capacidad para 560 comensales. Ahí empezó todo”, confiesa la familia a este periódico.
Todo hablando del nacimiento de este reconocido mesón que abría sus puertas en el mes de marzo de 1988. Ahora, allí trabajan un total de diez empleados que pueden llegar hasta los 25 cuando se celebra un evento como una boda o una comunión, de los que también se dan en el lugar.
La familia Muñoz lleva ligada al negocio desde su nacimiento. Controla, a diario, todas las facetas del negocio. Desde la elaboración, hasta la atención al público siendo, desde los inicios, la calidad de los asados, su bandera. Eso ha hecho que grandes personalidades de la empresa, la cultura o el deporte se hayan acercado a probar sus manjares. El Mesón Casa Pedro es un referente de la cocina tradicional castellana y, en especial, de los asados de lechazo.
“Los clientes que vienen salen muy satisfechos con la comida, y el servicio. Contamos con unas instalaciones que invitan a que todo sea perfecto. El personal es una de las claves de nuestro restaurante. Los trabajadores llevan muchos años con nosotros y consideran el negocio como suyo”, añade la familia que gestiona el negocio.
La estrella: el lechazo asado en horno de leña
Ir al Mesón Casa Pedro y no degustar su lechazo asado al horno de leña es un auténtico sacrilegio. El mejor producto de Castilla y León elaborado con mimo. Un sabor que quita el sentido y que enamora a todos los que lo prueban. Es, sin lugar a duda, el plato estrella del lugar y su auténtica carta de presentación.
“En nuestra amplia carta también pueden degustar otro tipo de elaboraciones a la brasa como los pinchos de lechazo y otras carnes como los chuletones de diferentes tipos, incluido el Angus. También disponemos de una oferta diaria de pescados frescos que traemos desde las mejores lonjas pesqueras para que lleguen a nuestro restaurante”, apunta la familia.
En esta amplia carta de elaboraciones nos podemos encontrar langostinos al estilo del mesón, pimientos rellenos, mollejas de lechazo, manillas o ensaladas, elaboraciones que pueden ser bañadas con los mejores vinos de las diferentes DO con las que cuenta la provincia de Valladolid.
Centrados en el presente
“No nos gusta hablar del futuro del sector hostelero. Nosotros preferimos centrarnos en el presente que es lo que realmente importa. El hoy y el ahora. Pensamos que los restaurantes que apostamos por la calidad y el buen servicio sí que tenemos futuro”, apunta la familia que gestiona el Mesón Casa Pedro.
El lugar cuenta con un lugar en el que ofrecer comidas y, después con unas instalaciones independientes que se destinan a la celebración de eventos. 5.000 metros de jardines para que el bautizo, la boda o la comunión sea un éxito, apostando por la calidad. No puede faltar el lechazo en estas citas, claro está.
El Mesón Casa Pedro, un ejemplo de buen hacer que apuesta por lo bueno, a un precio acorde a lo que ofrece, tiene cuerda para rato.