Momentos convulsos en el rugby de Valladolid. El jugador del Silverstorm El Salvador Pablo Silva ha denunciado al director deportivo del club y entrenador Juan Carlos Pérez. Todo ello después de recibir unas presuntas amenazas en las que el técnico le mandó una serie de mensajes a través de Whatsapp en que le decía cosas como "lo mismo te tengo que pegar una hostia a ti oa tu familia".
EL ESPAÑOL - Noticias de Castilla y León ha podido acceder al escrito de denuncia, donde el jugador pone de manifiesto que Juan Carlos Pérez le habría amenazado tanto a él como a su familia. Asimismo, en la denuncia, presentada ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid en este pasado martes 23 de mayo, señala que Pablo Silva había pertenecido a la primera plantilla del club hasta inicios de este año, cuando asegura que ha tenido una serie de "desencuentros" con el técnico que le llevaron a su "salida" del primer equipo. Desde entonces juega con el equipo que se conoce como sub-23.
En este mismo escrito se adjuntan una serie de capturas de la conversación de Whatsapp que habrían mantenido, en la que se puede observar como Juan Carlos habría hablado a Pablo Silvia con el primer mensaje mencionado al comienzo de este artículo. Seguidamente, estos mensajes que supuestamente fueron enviados el pasado 2 de abril, el técnico chamizo le manifestaba al jugador lo siguiente: "Que se metan conmigo me la suda, pero decir que dan pena. Pena su puta madre".
A esto, Pablo Silva respondió con un "¿perdón?", a lo que Juan Carlos presuntamente le insistió con un "perdón ni hostias". La conversación que se puede leer en el escrito de denuncia seguiría con supuestos mensajes del entrenador diciendo que la madre y los tíos del jugador están "todo el día en facebook y en el foro poniendo bobadas que tiene que leer mi familia". "Si quieren decírmelo quedo con ellos o contigo cuando quieras y se lo explico", sentencia presuntamente el directivo de El Salvador.
Ante ello, Pablo le habría aclarado a Juan Carlos que su familia "simplemente ha dado su opinión" ante la condición de "socios del club que son" y que llevan "bastantes años siéndolo". "Si después de unas cuantas derrotas seguidas no eres capaz de aguantar las críticas de los socios del club, creo que el problema lo tienes tú. Y por último, la próxima vez que quieras hablar algo de mi familia creo que las amenazas las justas, cuando quieras nos juntamos y hablamos las cosas. Un saludo", le matizó Pablo Silva al entrenador, según las capturas adjuntadas en la denuncia.
Dicho mismo escrito de denuncia añade que el tío de Pablo se había puesto en contacto con Juan Carlos con posterioridad a los hechos manifestados, llegando a recibir "amenazas del mismo tipo" que las que había sufrido el jugador. En una conversación telefónica, sobre la que se adjunta un registro de llamadas, el entrenador chamizo le profirió amenazas del tipo de "ten mucho cuidado por donde andas" o "te voy a arrancar la cabeza".
Además, en otra conversación aportada por el denunciante, esta vez entre su tío y Juan Carlos Pérez, este primero le habría abierto un canal de chat para adjuntarle las capturas de su sobrino y añadirle "edificante, cuando quieras espero una hostia, pero profesional". "De verdad, has perdido los papeles", matizaba el familiar de Pablo Silva.
A esto, Juan Carlos Pérez, según la captura, respondió que cuándo quedaban y le invitó a que fuera en ese instante. El tío fue entonces cuando le cuestionó si estaba en sus "cabales", a lo que el técnico respondió que estaba "hasta los huevos" de que sus padres "tengan que aguantar leer ciertas cosas".
El familiar de Pablo le invitó a que se tomase una "tila" y Juan Carlos zanjó la conversación señalando que "me la tomo contigo si quieres imbécil", según muestra la denuncia puesta ante el Juzgado de Instrucción número 3.
Este periódico ha podido ponerse en contacto directamente con el club, el Silverstorm El Salvador, desde donde de momento no han querido posicionarse en el caso, ya que aseguran se encuentran investigándolo y han afirmado que pronto emitirán un comunicado, aunque sin poder precisar una fecha exacta.