Regresa la batalla por la salubridad del agua de la playa de las Moreras. No es la primera vez que la Junta de Castilla y León se enfrenta al Ayuntamiento de Valladolid por los altos niveles de contaminación de microorganismos de origen fecal que presentan las aguas, según la primera de ellas. Y es que ahora el Ejecutivo autonómico ha anunciado que el H2O ha presentado esta contaminación durante cinco años consecutivos.
De esta manera, la Dirección General de Salud Pública ha dado trasladado, con el objetivo de "cumplir la normativa nacional y europea", una resolución en la que se insta al Ayuntamiento de Valladolid a establecer las "medidas legalmente previstas en la zona de aguas de baño en la playa de Las Moreras.
Además, según explican en un comunicado, esta zona se encuentra dentro del censo 'Náyade', que recoge las zonas de baño de la Comunidad y recoge datos de inspección visual, muestro, resultados analíticos de parámetros obligatorios, inspecciones sanitarias o características de cada playa fluvial. Una información que sirve para calificar posteriormente la calidad del agua como insuficiente, suficiente, buena o excelente.
En este sentido, según subrayan, el Real Decreto 134/2007 estipula que si las aguas son calificadas con calidad "insuficiente" durante cinco años consecutivos, la autoridad competente en la materia, en este caso la Dirección General de Salud Pública, dispondrá que se anuncie una prohibición permanente del baño o la recomendación de abstenerse.
Igualmente, ha asegurado que esto se ha producido en las aguas de la playa de las Moreras, donde, "en los últimos cinco años, varias de las inspecciones semanales detectaron presencia de microorganismos de origen fecal en alta concentración, lo que conllevó a la declaración como 'no apta' para el año".
Además, recuerdan que el Servicio Territorial de Sanidad en Valladolid avisó en febrero de 2022 al Consistorio del resultado "desfavorable" de los cuatro años anteriores, instándole a la adopción, en el ejercicio de sus competencias municipales, de las correspondientes medidas correctoras.
Una vez pasado el periodo estival, los análisis "han vuelto a resultar de una calidad insuficiente en las aguas, con lo que se llegan a esos cinco años de concurrencia a los que se refiere la legislación autonómica, nacional y europea".