Es la combinación perfecta. Un cuerpo que parece esculpido en bronce por un maestro griego. Una mente preparada el sacrificio y el esfuerzo. Una elegancia digna de una top model en Cibeles. Y tras horas y horas en el gimnasio, una oportunidad única para llevar el nombre de Valladolid a lo más alto del podio en Francia. Y es que la vallisoletana Sandra Santirso buscará este fin de semana en Poitiers proclamarse campeona de Europa de bikini fitness, una categoría profesional de fisioculturismo que fue aprobada por la ICN.
Para los más neófitos en este curioso tema, en el bikini fitness hay que trabajar el cuerpo, como en el culturismo, pero también hay que potenciar la feminidad, de ahí que haya que participar con tacones. Y en esta disciplina, Valladolid puede presumir de contar con una joven valor que apunta alto.
Sandra tiene 23 años y es natural de Valladolid. Acaba de terminar Tercero de Fisioterapia en la Universidad de León, aunque en el campus de Ponferrada que es donde lleva viviendo estos tres últimos años. Previamente hizo un grado superior de deporte (técnico de animación en actividades Físicas y deportivas, TAFAD) en Valladolid durante 2 años. A mayores todos los veranos trabajo como monitora de tiempo libre. Y entre todo esto, saca tiempo para prepararse para ser la mejor mujer europea de bikini fitness.
¿Y en qué consiste? Pues una competición de culturismo comienza el día cuando donde los jueces te asignan un dorsal. Es el momento de medir, de dar el visto bueno al bikini y a los tacones e incluso y te pueden hacer algún test de dopaje. El siguiente día es la competición como tal, con el bikini, los tacones y el tinte se sube a la tarima desfilas y se realiza la presentación libre. Después los jueces hacen comparativas entre las chicas y por último, la entrega de premios.
Carrera meteórica
La carrera de esta vallisoletana es meteórica comenzó en octubre de 2020 coincidiendo con el inicio del segundo curso y la cuarentena. Aunque su pasión por el deporte viene de lejos. “Desde pequeña he practicado deporte, comencé con danza y después voleibol además de ir al gimnasio para complementar”, recuerda. Sin embargo, una lesión provocó que la única posibilidad que tenía para hacer deporte era su recuperación en gimnasio, “así que fue una vía de escape/ayuda para recuperarme y no parar porque soy una chica muy activa”, se describe. “Vino la pandemia y la cuarentena en casa donde seguía haciendo ejercicio, leyendo sobre nutrición, cuidándome más la alimentación, viendo vídeos de gente que entrena y que competía, e iba viendo progresos y mejoras a nivel físico y mental. Así que en octubre me puse en contacto con un entrenador y preparador de Ponferrada para que me ayudase a mejorar mi físico y conseguir mejoras en el gimnasio y planteamos la idea de en un futuro competir”. Y así fue. “Empecé a tomármelo enserio y viendo mejoras”, por lo que se plantearon una fecha concreta: mayo 2022 para competir en AECN (Asociación Española de culturismo Natural).
Y como Sandra es constante y luchadora, ese premio llegó, lo que le ha valido para competir este fin de semana en la localidad francesa. Su vitrina en muy poco tiempo se ha llenado de medallas. Oro como Bikini sub25, en talla media y baja, plata en Bikini Pro, internacional por España y tarjeta profesional WNFBA.
En Francia tiene claro que la estrategia a seguir es la de “mantener el punto de competición con el que salí en junio en la WNFBA”. Y eso que suena fácil se resume en cardio en ayunas 30 minutos, entrenamiento, cardio después de entrenar otros 30 minutos, unos 12 mil pasos de media diarios además de seguir en déficit calórico. Y es que con esta nueva experiencia vital, su vida ha cambiado sobre todo los últimos meses que es la parte más dura. “Madrugo bastante para hacer el cardio antes de ir a clase o ir al hospital a hacer las prácticas. Después de comer me voy a entrenar y vuelvo a hacer el cardio antes de ir a casa a estudiar, o hacer trabajos de la universidad. A última hora intento practicar las poses porque es algo que hay que trabajar a diario. Al ser estudiante y vivir sola (además de mis compañeras de piso) tengo que organizarme para ir a la compra, la casa y sacar tiempo para quedar con mis amigos algún día. Es difícil porque llevamos vidas y horarios muy distintos”. Una organización de vida que le ha servido también para sacar su máxima rentabilidad sobre la tarima, mientras agradece el apoyo a su familia, entrenador y al club Heracles Fit. Desgraciadamente tanto talento y esfuerzo no se ve recompensando por un patrocinador que pueda sufragar los gastos.
"Disfrutar de lo trabajado"
Sus objetivos en Poitiers son “disfrutar, mostrar lo trabajado, ver el nivel que se exige en un europeo y en profesional. Después de eso trabajar para mejorar mis puntos débiles y potenciar todo lo bueno que me digan los jueces”, explica. La posibilidad de ganar “siempre está”, apunta, pero en su mente “no está muy presente porque sé que el nivel va a ser altísimo y es mi primer año compitiendo. Pero sinceramente ya he ganado pudiendo decir que he competido en un europeo a nivel profesional”.
¿Y después de la cita de Francia? “El futuro ahora mismo no lo tengo nada claro”. En cuanto a competiciones, después del Europeo necesita unos días de “desconexión y descanso para conectar conmigo y con el mundo”. Para “volver a disfrutar de los entrenamientos y seguir mejorando sin presión”. En lo personal se muda de ciudad y coincide con su último año de carrera “así que estoy expectante se ver qué me depara el futuro”. Un futuro que brilla en oro.