El Pleno de la Cámara de Comercio de Valladolid se ha reunido esta mañana para elegir a su presidente y Comité Ejecutivo. Por segunda vez, Víctor Caramanzana es la persona que ocupará el cargo durante los próximos cuatro años. Una decisión que le ha causado una “profunda gratitud al ser reelegido por unanimidad”, tal y como ha expresado a los medios.
En esta legislatura, el presidente estará acompañado por Javier Labarga como vicepresidente primero, Félix Cano como vicepresidente segundo y Jorge Valentín-Gamazo como tesorero, elegidos como miembros del Comité Ejecutivo. El presidente ha mostrado su orgullo por el equipo que le acompañará en esta nueva andadura. De este modo, se plantea un nuevo pleno que representará al tejido empresarial de la provincia con 36 representantes de empresa. Un pleno que ha calificado como “robusto, muy consistente y potente”. Con una representatividad de más del 60% de la actividad empresarial de la provincia, aproximadamente unos 14 mil millones de euros.
Los retos de la Cámara de Comercio de Valladolid
Víctor Caramanzana anuncia que el reto que se plantean en los próximos años es “ser la cámara de todos, cercana y útil. Ser la casa de las 37.000 empresas de la provincia”. Para llevarlo a cabo tienen una estrategia de transformación que se realizará mediante tres ejes transversales: digitalización, sostenibilidad y la formación.
La digitalización será mediante la creación de una oficina nueva y van a intentar digitalizar el 90% de las pymes de Valladolid. En sostenibilidad se va a crear un programa de sostenibilidad de las pymes, que representan el 99% del tejido productivo y, aclaraba el presidente, que “no se pueden quedar atrás”. La sostenibilidad es una necesidad competitiva. La formación va mediante la FP y FP Dual, una nueva escuela de negocios llamada ‘Escuela de las empresas de Castilla y León’ y un proyecto estrella de la escuela de cocina, una transformación radical, llamado ‘Wine and Gastronomy Valladolid Center’. Un centro de referente en información, formación, gastronomía y vino en Castilla y León. Un nombre en inglés porque quieren que sean reconocidos internacionalmente.
La Cámara de Valladolid pretende ser una herramienta para ayudar a las empresas a ser más competitivas. Caramanzana explica que, pese a la inflación que se está viviendo, los números de las empresas vallisoletanas no son malos. Asimismo, se ha mostrado preocupado por lo que pueda ocurrir a partir de septiembre y octubre con la caída del PIB, inflación y las subidas del tipo de interés, una situación compleja en la que aseguran que ayudarán a las empresas a “superar el bache”. Finalmente, ha concluido con un: ”Soy optimista, las dificultades son para superarlas, es el ADN de los empresarios. Aunque, la perspectiva no es buena, la superaremos con facilidad”.