El Ayuntamiento de Valladolid rendirá homenaje público a las personas trabajadoras de nuestra ciudad que fueron represaliadas tras el golpe de Estado de 1936 por defender la legalidad democrática e instalará una placa en su memoria en la Casa del Pueblo de Valladolid y en lugares en los que se demostrara que sucedieron hechos similares.
Así lo ha dictaminado el pleno municipal del Ayuntamiento a propuesta de Valladolid Toma la Palabra. Además, se ubicará en la Casa Consistorial una pieza artística expresamente elaborada para rendir homenaje a las personas trabajadoras municipales represaliadas, que, conforme a la investigación realizada, recogerá su identidad.
La propuesta ha contado con los votos a favor de PSOE, Partido Popular, VTLP y Ciudadanos, con el voto en contra de Vox. Una casi unanimidad que no fue inicial ni sencilla. Porque tuvo que hacerse un receso para que los cuatro grupos llegaran a un acuerdo ya que la formación de ‘extrema derecha’ se opuso desde el inicio sin cambiar su postura.
La primera en intervenir fue la concejala de VTLP, María Sánchez, quien defendió el momento de presentar la moción, que en un primer momento había defendido María Jesús Izquierdo, miembro de la Fundación Jesús Pereda de Comisiones Obreras, que ha realizado una investigación acerca de los funcionarios públicos de la época represaliados por el franquismo. Veinte en total, de los que leyó sus nombres y apellidos.
Sánchez ya aventuró que el debate sería caliente cuando dijo que “esperaba una moción conjunta, pero no va a ser posible”. Así, durante la defensa de la moción, el portavoz del Grupo Municipal de Vox, Javier García Bartolomé, se opuso desde el primer momento al considerar que era “oportunista” y que se presentaba porque “Vox y el PP están negociando el Gobierno de la Junta”.
Durante su intervención el alcalde, Óscar Puente, tuvo que pedir silencio al público, en varias ocasiones, que criticaban su discurso. García Bartolomé también indicó que “no acepto lecciones morales del PSOE cuando pactan con independentistas o mantienen en Valladolid una calle con el nombre de un asesino en masa como fue el ‘Che’ Guevara”.
Martín Fernández Antolín, de Ciudadanos, expreso su apoyo a la moción y subrayó que “apoyaremos” cualquier asunto de este tipo, aunque indicó sentirse “avergonzado” por tener que reconocer a estas personas con una placa “que no servirá para tapar todo lo que sucedió”.
Por su parte, José Antonio de Santiago Juárez, concejal del Grupo Municipal del Partido Popular, también defendió el oportunismo de la moción, aunque reconoció que “algo hemos hecho mal cuando 80 años después todavía hay cadáveres enterrados en las cunetas”. Por eso presentó una corrección a la propuesta basada en que “hacerlo es una obligación y no habría que traer este asunto al pleno”.
Es más, recordó con ironía que “el decreto de la Memoria Histórica de la Junta de Castilla y León la firmamos dos peligrosos izquierdistas, Juan Vicente Herrera y yo, consensuada con sindicatos y asociaciones que defienden la Memoria Histórica”. Con su intervención parecía que su voto sería la abstención.
Una enmienda que no convenció al edil del PSOE, Juan Carlos Hernández, quien le recriminó que “durante la reunión para tratar este asunto, ustedes no presentaron ninguna corrección” y que lo hacían en el pleno “para adueñarse de ella dulcificando el texto”. Y fue a más al decir que “es muy difícil apoyar esta moción y luego gobernar con Vox en la Junta”. Una línea en la que coincidió María Sánchez quien acusó al PP de “modificar la enmienda porque se están incómodos en este asunto porque negocian con Vox y pretenden quedarse en una posición equidistante y que no moleste a sus futuros socios”.
Cambio de posturas
Parecía, por tanto, que PP y Vox no iban a apoyar la moción ante lo cual, el alcalde tomó las riendas del debate. “Siempre he defendido que en el tema de la Memoria Histórica todos los partidos hemos estado siempre de acuerdo”. Recordó cuando visitaron, en el cementerio de El Carmen las fosas comunes en las que aparecieron cadáveres de hombres y mujeres victimas de la represión del golpe de Estado de 1936, así como cuando se hizo un homenaje simular a los alcaldes republicanos represaliados.
“En aquel entonces no estaba Vox en el Ayuntamiento y cuando ha entrado en la ecuación me da rabia que podamos cambiar esa imagen”. Por ello, propuso un receso para que se reunieran los portavoces de los Grupos para intentar llegar a un acuerdo. Y tras unos minutos, se consiguió. PP, PSOE, Ciudadanos y VTLP acordaron el texto y solo Vox se quedó al margen del acuerdo.