“Cuando alguien ha tenido una infección, con ómicron, delta o la variante que sea, vacunar a las cuatro semanas no tiene sentido”, asegura Alfredo Corell, inmunólogo de la Universidad de Valladolid, en esta entrevista a EL ESPAÑOL – Noticias de Castilla y León.
Corell añade que estamos cerca de llegar al pico de la sexta ola, nos habla de las reinfecciones con la variante ómicron y de la vacuna española. La primera, la de Hipra, podría llegar el próximo verano.
En varias entrevistas ha augurado que el pico de ómicron está cerca. Que hemos alcanzado el techo de esta sexta ola. ¿Sigue pensándolo? ¿Cuándo se va a producir?
Parece que la sexta ola ha tocado techo. La semana pasada terminaba con los datos de sintomáticos y asintomáticos que facilitaba el Gobierno, con un ligero descenso, y los datos de las Comunidades Autónomas que hemos conocido en las últimas horas hablan de un ligero descenso de contagios. También mencionaban un aumento de la presión hospitalaria, que es habitual, una vez que se ha producido este boom de contagios.
¿La bajada en el número de positivos va a ser tan rápida como la subida, como se barrunta?
Es previsible, por lo que ha ocurrido en otros países, pero habrá que verlo. La gráfica de la situación epidemiológica de Sudáfrica no tiene nada que ver con la nuestra. Es una población mucho más joven y con una tasa de vacunación inferior, con mucha inmunidad natural y no es comparable. Otros países como Reino Unido están viendo una caída tan pronunciada y rápida como la subida. Esperamos que aquí suceda lo mismo y que acabe esta sexta ola con ello.
Una ola que ha traído un número sumamente elevado de contagios con respecto a otras. ¿Cómo lo ve?
Ha supuesto un número de ingresos muy alto debido a la elevada transmisión. A diferencia de las demás olas, en esta se han contagiado millones de personas. En otras, el número no fue tan elevado. Ómicron ha tenido una clínica más suave por un lado y, por otro, contamos con un número mayor de vacunados por lo que han resistido mejor la infección.
Aún así, dado el número tan elevado de contagios y el de ingresos en hospitales y UCIs también ha comprometido a hospitales, urgencias y Atención Primaria. El sistema está ahora mismo muy saturado y lejos de la relajación. Hay que ser prudentes.
¿Se nota que el virus va perdiendo fuerza con variantes cada vez menos virulentas?
En este caso sí. Los virólogos han apuntado que la naturaleza de los virus es esta. Mutan de forma espontánea y una de ellas puede ser más transmisible como ómicron. Eso sería lo deseable que fueran más transmisibles y menos virulentos. También, por azar, no nos olvidemos que puede surgir una nueva mutación que sea más letal y puede ocurrir siempre que no tengamos al 100% de la población vacunada.
Hasta que no abordemos la vacunación como una estrategia planetaria vamos a tener siempre posibles amenazas de mutaciones que nos hagan plantearnos las estrategias. Hay que apostar por una inmunización solidaria internacional.
No se descartan nuevas olas de COVID-19
No sabemos si habrá nuevas olas o si el coronavirus se va a quedar como un virus estacional que llegué todos los inviernos como la gripe u otros virus catarrales. Esa puede ser otra de las evoluciones.
La sexta ola ha sido una dosis de vacuna gratuita y masiva. Ha llegado a tantos millones de personas, incluso a no vacunados, que van a tener una inmunidad. Es previsible que al futuro no nos pille ninguna ola o variante con poca inmunidad. A partir de ahora veremos el funcionamiento de otra manera salvo que llegue una variante que se salte todas las reglas como ha pasado con ómicron.
En cuánto a las reinfecciones, ¿Por qué se están produciendo?
Fundamentalmente porque los anticuerpos que tenemos más accesibles para detener la infección no reconocen bien a ómicron y hay que esperar tres o cuatro días para que las células T, que son las células de memoria que tenemos en sangre, monten una nueva estrategia de defensa. Esta lleva estos tres o cuatro días en los que las personas tienen una sintomatología a veces leve y a veces una gripe más dura o seria que dura cinco jornadas.
Se debe a que ómicron es distinta en su proteína pico, en su proteína S. Tiene 30 mutaciones con respecto a otras variantes, lo que ha hecho que los anticuerpos no funcionen bien para frenarla. Aún así nuestras células T sí que lo hacen pero lleva un retraso de cuatro o cinco días.
¿Cuál es la fórmula para salvaguardarnos de esas reinfecciones?
Estas personas que se reinfectan irán acumulando inmunidad a base de estas reinfecciones igual que si se pusieran las dosis de la vacuna. Al final hay personas que son más sensibles a esta infección. Hay gente que responde mejor y peor a estas infecciones. Con los millones de casos que se han producido en estos días con la sexta ola estamos viendo los que funcionan bien y mal.
Hablando de vacunas, Sanidad ha aprobado la cuarta dosis para personas inmunodeprimidas. ¿Cómo lo ve?
Estamos en un momento en el que habría que hacer una medicina un poco más personalizada. Por supuesto que las personas que estén inmunodeprimidas o tengan las defensas bajas tendrán que ponerse la dosis de recuerdo para no resultar infectadas de COVID-19. Es el momento de empezar a ver y estudiar a estas personas para saber qué nivel de defensas tienen. Algunos inmunodeprimidos van a tener que saber si tienen que vacunarse constantemente pero otros, igual, tienen una situación clínica mejor y no necesitan la vacuna. Es el momento de entrar en la medicina personalizada y no en la general, masiva y para todo el mundo que estamos haciendo en la actualidad.
¿Cree que no es necesario vacunar tanto tras reinfecciones con la inmunidad que genera el hecho de haber sufrido el virus?
No solo no es necesario sino que no tiene ninguna base científica. Cuando alguien ha tenido una infección, con ómicron, delta o la variante que sea, vacunar a las cuatro semanas no tiene sentido. Tienen muy presentes sus defensas naturales, tanto anticuerpos como células. No hay datos. La inmunología es una ciencia que nos indica que las personas tienen inmunidad por lo que no hay que volver a inmunizar un mes después. Todo lo contrario, habría que dejar pasar un tiempo para hacerlo.
Sobre la vacuna española, ¿Cómo está?
Está a punto de salir la de Hipra, para el verano. Es de la que ha hablado Pedro Sánchez. La lástima es la vacuna de Enjuanes, que es la que tiene un diseño más sofisticado y que, probablemente, podría ser una vacuna permanente y esterilizante, que va a ir más lento. Esta, probablemente, hasta el año 2023 no sabremos de ella. El que haya una vacuna española me parece imprescindible y hemos llegado un poquito tarde, aún así, mejor llegar tarde que no llegar, eso sí.