Hace tres meses Iñaki atendía a este periódico con motivo del reciente fichaje por el Citta di sestu, equipo de la ciudad italiana Cerdeña y que milita en la Segunda División nacional del país de la bota.
Un sueño cumplido, el primer contrato profesional para un joven jugador vallisoletano que había encontrado en Italia el país para desarrollarse. Precisamente, allí justo un año antes, había disfrutado de sus primeros pasos en el fútbol sala semi profesional, concretamente en el Futsal Barletta.
En aquella entrevista de hace tres meses, Iñaki se mostraba contento e ilusionado, ya que iba a dar "un gran salto". "Aquí me van a exigir más", comentaba el futbolista vallisoletano por aquel entonces.
Experiencia desagradable
Sin embargo, su llegada a la isla le iba a deparar una experiencia desagradable y que para nada se lo esperaba. Iñaki llegó a Cerdeña cargado de ilusión y ganas, en sus primeros tres días estuvo hospedado en un airbnb, ya que la casa donde iba a hospedarse todavía no estaba terminada.
Tras estos primeros días, fue cuando la situación cambió por completo. La "supuesta" casa en la que iba a vivir Iñaki ya estaba terminada, por lo que procedió a mudarse a su nuevo hogar.
A su llegada todo se convirtió en una pesadilla. "Me quedé un poco a cuadros al ver como estaba la casa y pensar como me iban a meter ahí", relata Iñaki,
No había ni luz ni cocina, lo único que se podía encontrar en aquella nueva casa era un colchón en el suelo. La situación era tan desagradable que Iñaki tenía que ir a un 24 horas para cargar el móvil. Todo esto engoblado en el contexto de un club de fútbol sala profesional.
Además, Iñaki señala que él tenía un acuerdo con el club y que le tenían que dar de "comer y de cenar". "Sin embargo, no lo cumplieron y tenía que irme al supermercado a comprarme un sandwich porque claro, no había cocina", explica.
"Me quedé con cara de vergüenza, llamé a mis padres para comentárselo y me dijeron que saliese de ahí cuanto antes", asevera el joven pucelano.
Desde el club asegura Iñaki que se le hacía poco caso. Él, como es obvio, se quejó de esto e insiste en que le hacían promesas falsas de que lo iban a solucionar. Finalmente, la situación se convirtió insoportable al cuarto día.
Arrepentido
"Me arrepiento de todo lo que ha pasado la verdad, aunque hay que vivir de todo en esta vida", comenta Iñaki a este periódico. A pesar de todo, el jugador acabó abandonando Cerdeña y regresando a España.
En su regreso a Valladolid el futbolista tuvo la opción de jugar aquí, pero al final decidió regresar a Italia, pero, esta vez, al club el cual considera su segunda casa, el Futsal Barletta.
"No me importaba jugar en España pero ya estaba todo cerrado, empezaban las ligas el finde que llegué", finaliza.