La Fiscalía de Valladolid solicita penas que globalmente suman 67 años de cárcel para el monitor que fue detenido en el verano de 2018 como presunto autor de abusos sobre menores a los que tenía bajo su cargo en un campamento de Hornillos de Eresma y cuyo juicio se inicia este lunes, 27 de septiembre.
La vista, presumiblemente a puerta cerrada, se celebrará en la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Provincial y se prolongará, en principio, hasta el 4 de octubre, casi una semana en la que se confrontarán las posturas del Ministerio Fiscal, las tres acusaciones particulares personadas en la causa y las defensas, tanto del procesado como de la compañía aseguradora del campamento.
El monitor se enfrenta a una posible condena de 67 años de prisión como autor de trece delitos de abuso sexual, dos de ellos continuados, a razón de cinco años por cada uno de once delitos y seis por los dos últimos, junto con las preceptivas medidas de alejamiento de las víctimas y prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con menores durante diez y nueve años, respectivamente, así como libertad vigilada por espacio de siete años una vez cumpla la hipotética condena que pudiera recaer sobre él, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
Esa es al menos la petición formulada por la acusación pública, que, en concepto de indemnizaciones, solicita un total de 16.000 euros por los daños morales causados a las víctimas.
El encausado permaneció por espacio de nueve meses en prisión, hasta que que la Audiencia de Valladolid acordó su puesta en libertad al prosperar el recurso de apelación interpuesto por su abogado defensor.
Aunque el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Medina del Campo, encargado de la investigación de los hechos, había rechazado el recurso de reforma contra el auto de prisión, el posterior de apelación ante la Sección Cuarta de lo Penal fue finalmente estimado, con lo que el investigado quedó el 20 de marzo de 2019 en libertad provisional con cargos.
En principio se llegó a barajar la veintena de afectados, si bien el número final ha quedado reducido a la mitad consistentes en tocamientos, al parecer, por encima del saco de dormir.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Medina del Campo (Valladolid) decretó el 28 de junio del 2018 el ingreso en prisión comunicada y sin fianza del monitor acusado de un presunto delito de abusos sexuales.
Tras la comparecencia del acusado en sede judicial, donde se acogió a su derecho de no declarar, la juez fundamentó entonces su encarcelamiento en la gravedad de los hechos que se le imputan y en el riesgo de fuga, y ello a pesar de que su letrado solicitara, sin éxito, su libertad provisional aludiendo al arraigo social del defendido.
Medidas cautelares
También había propuesto la defensa la aplicación de medidas cautelares, como la prohibición de aproximarse a las supuestas víctimas y de comunicarse con ellas por cualquier medio, cosa que luego estableció la Audiencia Provincial como requisito para mantenerle en libertad provisional.
El encarcelado está acusado de infligir a los menores tocamientos en sus partes íntimas. La detención del monitor, de unos 30 años y vecino de Medina del Campo, se produjo bajo la acusación de haber abusado de menores, con edades comprendidas entre los 8 y 12 años procedentes de Madrid y que se encontraban en el campamento 'El Trasto', de la empresa Campa y Ocio y Tiempo Libre.
La noticia provocó una honda consternación en esta pequeña localidad de no más de 200 habitantes y situada a 45 kilómetros de la capital.