Conquistar a través de la gastronomía es un don del que Castilla y León puede presumir con orgullo. Si hay algo que gusta a los españoles, es comer bien. Es uno de los mayores tesoros de nuestro país y en ello juega un papel fundamental nuestra Comunidad, referente culinario a nivel nacional y cuyos productos son todo un manjar para los paladares más exigentes.
Prueba de ellos son los múltiples reconocimientos y recomendaciones por parte de los grandes sellos culinarios mundiales. Uno de los que más prestigio tiene es la Guía Michelin, que da buena cuenta de la calidad gastronómica de Castilla y León. No son pocos los establecimientos hosteleros que tienen el honor de contar con algún tipo de mención o galardón de esta guía, pero tampoco es fácil lograrlo.
La Guía Michelin cuenta con diferentes distintivos. Además de las ya reconocidísimas estrellas, sobre las que no hace falta dar ningún tipo de aclaración, también están los restaurantes Bib Gourmand. Este se trata de un distintivo que busca reconocer a los establecimientos que ofrecen una gran calidad-precio, con platos de calidad y a costes no muy elevados.
Sin embargo, también hay una tercera categoría, aunque esta no cuenta con un distintivo como tal. Hablamos la de los restaurantes que aparecen mencionados en la Guía Michelin, que aunque no llegan a ser reconocidos con una estrella o un sello Bib Gourmand, cuentan con la calidad suficiente para formar parte de la exclusiva selección de locales recomendados.
Si viajamos a la provincia de Soria, en la que hoy nos centraremos, nos encontramos tres restaurantes que cuentan distinguidos por Michelin. Dos de ellos con estrella, uno en Navaleno, que es La Lobita, y otro en la capital, que es Baluarte. Pero además de ellos hay un tercero que se encuentra en esta categoría o recomendación que mencionamos anteriormente.
Aunque no cuenta ni con estrella ni distinción Bib Gourmand, está entre la selección de recomendados por Michelin. En plena Plaza de Bernardo Robles, el Restaurante Mena de Óscar García es uno de los elegidos por la guía gastronómica más prestigiosa del mundo que seguramente no decepcionará a nadie.
Es el único de la provincia que recomienda Michelin, más allá de los estrella Michelin. Lo que le confiere esa exclusividad y relevancia que se busca tanto entre los fogones culinarios más exitosos. Se autodefinen como un lugar donde apuestan por los ingredientes y productos locales, frescos y de temporada.
Esa cocina de mercado que tan de moda está y que satisface tanto al comensal porque nunca termina por aburrir al paladar de a quienes les gusta repetir. Platos innovadores y de calidad donde cuidan especialmente la presentación y cuyo concepto se basa en las famosas tapas. Este desenfadado gastrobar se ubica en la planta baja del Hotel Ábaster y cuenta con un ambiente relajado y acogedor.
Cuentan con una amplia carta que va desde los 6,9 euros que cuesta la terrina de queso de Oncala con trufa y miel de Soria hasta los 16,5 euros del cabrito frito. También se podrán desgustar otros sabrosos platos como un bacalao en temperatura con ali oli de miel por 12 euros o un canelón de cordero lechal con puré de boniato por 9,9. Para los más tradicionales también hay cabida, ya que los callos a la antigua, por 12 euros, o las manitas de cordero lechal guisadas, por 12,5, serán otras opciones que harán de nuestro paladar una bomba de sensaciones culinarias.
Además, cuentan con el modelo Take Away. O lo que es lo mismo, para llevar. Una oportunidad única para disfrutar de la cocina del Restaurante Mena en tu propia casa. Simplemente hay que indicar los platos de la carta que deseas y la hora que deseas recogerlo y desde el establecimiento los prepararan para que cuando llegues a tu vivienda puedas disfrutarlos como si estuvieras comiéndolos en el propio restaurante.
Precios asequibles para todos los bolsillos, cocina de innovación, pero con tradición y un ambiente tranquilo y acogedor son algunas de las premisas que definen al Restaurante Mena. Premisas que le han llevado a ser recomendados por la Guía Michelin, un prestigio del que muchos no pueden presumir.