La Guardia Civil ha logrado desmantelar una organización criminal dedicada a robar en bancos entreteniendo a los empleados, una técnica muy común entre grupos criminales de origen latinoamericano.
La operación Cafetín/Tralaca se ha saldado con siete personas detenidas, cinco hombres y dos mujeres de entre 28 y 49 años residentes en Madrid, aunque de origen ecuatoriano, colombiano, chileno y peruano que contaban con antecedentes delictivos. Todos ellos han sido acusados de presuntos delitos de robo con fuerza mediante llave falsa y pertenencia a organización criminal.
Según ha relevado la Guardia Civil, los diferentes robos se llevaron a cabo con la colaboración de un técnico de seguridad privada que prestaba el servicio de mantenimiento y recaudación de fondos en diferentes bancos de La Rioja.
El inicio de la operación se remonta al pasado 30 de mayo que fue cuando, sobre las 12:30 horas, agentes de Seguridad Ciudadana del Puesto de Torrecilla en Cameros constataron que varias personas habían logrado apoderarse de los 34.150 euros que se encontraban en uno de los cajetines del cajero automático tras acceder a la sucursal bancaria de la localidad y realizar varias maniobras de distracción a los empleados de la oficina.
Las cámaras de seguridad permitieron comprobar el modus operandi de este grupo criminal. Así, minutos antes de cometer el robo, el técnico se dejó ver por la sucursal para subsanar una avería del cajero, tras lo cual salió de la habitación de la caja fuerte dejando la puerta abierta y las llaves de la caja puestas, pero quedándose en la sucursal para rellenar el parte de incidencias.
Entonces, cuatro personas entraron a la oficina de manera escalonada y, mientras una mujer trataba de distraer al empleado pidiéndole información sobre una cuenta infantil y sobre el cambio de moneda extranjera, otra aprovechó para acceder al interior de la sala del cajero, abrir la caja fuerte, extraer uno de los cajetines del dinero y abandonar la entidad ocultando el dinero entre sus ropas y junto con el resto de los implicados.
Fruto de la investigación realizada por los agentes, estos lograron llevar a cabo un cierre de vías de comunicación en La Rioja y Soria, lo que permitió la localización e interceptación del vehículo en el que huyeron de la entidad en la localidad soriana de Esteras de Medinaceli.
Tras ello lograron registrar al coche y a sus cinco ocupantes, tres hombres y dos mujeres, siendo en ese momento cuando los agentes encargados de llevar a cabo dicha labor localizaron en dobles fondos del vehículo y entre la ropa interior de las dos mujeres un total de 29.475 euros. Todos fueron detenidos.
Pero la cosa no quedó ahí. La documentación aportada por los cinco, que manifestaron ser de Cuba, no terminó de convencer a los investigadores. Así, en colaboración con los cuerpos policiales de Colombia y Chile, y con la ayuda del Sistema de Identificación Decadactilar - SAID -, consiguieron comprobar que todos ellos utilizaban dobles identidades y que, además, en sus historiales constaban órdenes de expulsión del territorio.
Al mismo tiempo que llevaron a cabo estos trabajos, los investigadores también centraron sus actuaciones en el técnico de seguridad privada encargado del mantenimiento de cajero, pues desde el primer momento sospecharon que los ladrones habían contado con algún tipo de ayuda a la hora de sustraer el cajetín. Además, también intuyeron que había sido este colaborador quien poseía los 4.675 euros faltantes pensando que ese dinero era la cantidad que podría haber recibido por la ayuda.
La teoría se terminó confirmando, por lo que, tras habilitar un dispositivo de búsqueda, este también terminó siendo detenido, al igual que la persona que alquiló el vehículo para realizar el robo. Sin embargo, ellos fueron localizados en Madrid y Pamplona.
A estos, al contrario que a los detenidos en Soria, para los que el juez ha decretado prisión provisional sin fianza, les han concedido la libertad con cargos.