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La provincia de Segovia cuenta con 209 municipios y 17 entidades locales menores cuya riqueza artística y patrimonial se conjuga con la naturaleza. Si a estos dos ingredientes le añadimos su gastronomía, hace de esta zona de Castilla y León, una parada obligatoria.

Entre sus municipios no es sencillo elegir solo un pueblo, hay muchos. Por ejemplo, Riaza, Cuéllar, Pedraza o Turégano, ahora bien, si tenemos que elegir uno lo haremos con Sepúlveda.

La localidad, declarada conjunto histórico-artístico, está situada en el entorno del parque natural de las Hoces del Río Duratón y alberga el centro de interpretación de este. Así que además de deleitar a la barriga también lo podemos hacer con la vista.

Además, su ubicación la hacen perfecta para una parada desde cualquier dirección. Está a 55 kilómetros de Segovia capital, a 137 km de Burgos, a 119 km de Madrid (por la A-1) y a 115 km de Valladolid. Es decir, que en hora y media nos podemos plantar desde cualquier lugar. Y esto hay que aprovecharlo.

Lechazo asado Turismo de Sepúlveda

Sepúlveda cuenta también con un gran número de monumentos, muchos de ellos declarados Bien de Interés Cultural. Su rico patrimonio motivó su declaración como Conjunto histórico-artístico en 1951. Pero ahora lo que vamos a hacer es sentarnos a la mesa.

En este pueblo de Segovia, que cuenta con 990 habitantes, la especialidad es el cordero lechal asado en horno de leña. Y se hace con mucho mimo, se cocina de manera tradicional y servido con una piel crujiente y carne tierna. Es un bocado divino.

‘La catedral del Lechazo Asado’, así se le conoce a este lugar, con lo cual todo está dicho. El secreto de su exquisito sabor está en la alta calidad de la materia prima, el cordero churro, más blanco y de patas más largas que el merino, y en la sencillez de su elaboración.

El lechazo se tiene que dividir en cuartos y colocado en tarteras de barro. Como añadidos, solo necesita un poco de manteca y sal y, por supuesto, la pericia en el manejo de los hornos que han demostrado los maestros asadores de la villa, que de esto saben mucho.

También hay otras delicias que también puedes disfrutar en este pueblo. Por ejemplo, embutidos, sopas castellanas y platos de caza. En repostería destaca el ponche segoviano o los bollos de la tierra. Otro de los alicientes para visitar Sepúlveda viene dado por la calidad de su repostería, deliciosa e irresistible, en la que destacan, entre otros manjares, los soplillos, las rosquillas de Castrillo, las pastas, las capuchinas o las sobadas.

Lo que te vamos a ofrecer ahora son algunos de los sitios en los que puedes degustar de estos platos exquisitos y tan tradicionales de la zona.

En los últimos años ha evolucionado enormemente y se pueden degustar platos tradicionales con productos propios de Castilla de altísima calidad, como los derivados del cerdo (chorizo, morcilla, lomo…), maravillosos y contundentes platos de cuchara, como los judiones de La Granja, el cocido o la sopa castellana, deliciosas cremas y ensaladas en verano, pescados de la más alta calidad con especial protagonismo de la lubina y el bacalao o todo tipo de carnes.

Vinos

En lo relativo a los vinos, destaca la pertenencia de los municipios de Carrascal del Río y Navalilla a la Denominación de Origen Protegida “Valtiendas” Vinos de Calidad con Indicación Geográfica protegida, con numerosos viñedos (en vaso y espaldera) y bodegas tradicionales y profesionales.

Estos son algunos de los lugares donde puedes comer todo esto.

Asador El Panadero

Los amantes de los asados tienen una cita obligada con el Restaurante Asador El Panadero, ubicado en la calle Conde de Sepúlveda  nº 4) . Es una opción imprescindible que combina una excelente gastronomía rural con un inmejorable entorno natural.

Es el momento para sumergirte en la tradición castellana con un Lechazo en horno de Leña. Estos Asadores han perfeccionado esta receta durante generaciones y cada bocado es un viaje al corazón de la cocina auténtica. Aquí la calidad se disfruta sin prisa.

Postre típico segoviano Turismo de Sepúlveda

Y este plato también se tiene que acompañar de un buen vino. Pues bien, sus bodegas están enclavadas en una cueva de roca natural donde descansan vinos de la región con vinos de varias Denominaciones de Origen.

El Asador está ubicado en una casa antigua de piedra, que ha sido cuidadosamente restaurada, manteniendo la estética que caracteriza a esta comarca: piedra, teja y madera. Ojo, como siempre es un restaurante bastante concurrido por lo que siempre es mejor reservar.

Zute el Menor

Situado junto a la Iglesia de San Bartolomé, muy cerca de la Plaza Mayor, el restaurante es un agradable y cuidado rincón donde el carácter cordial y familiar de sus propietarios nos hacen sentir como en nuestra propia casa.

Julián Antoranz es el descendiente de una antigua tradición familiar vinculada a la hostelería, que se remonta a tiempos de su bisabuelo.

Hoy día, el restaurante es regentado por su mujer e hijos, quienes les atenderán en un ambiente gratamente familiar.

El cordero, asado al más puro estilo tradicional en horno de leña, es la base de la oferta culinaria. Untado en manteca, con el punto exacto de sal y agua, el cordero cobra el apetecible aspecto y extraordinario sabor que nuestros sentidos tanto agradecen.

Casa Paulino

Especializados en cocina castellana en un ambiente cómodo y agradable. Menú diario, carta con una gran selección de platos elaborados con productos gran calidad, y por supuesto lechazo asado en horno de leña.

Sus especialidades son el cordero lechal asado en horno de leña, carnes a la brasa, pinchos caseros, exquisitos postres, chuletón de choto, rabo de toro, etc., además de una variada carta de vinos.

Es uno de los lugares más clásicos de Sepúlveda, con ambiente familiar y platos abundantes. Es ideal si buscas una experiencia tradicional, tanto en comida como en entorno.

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