Cuéllar ha vivido hoy un cuarto encierro "muy complicado" y que no ha sido el que se esperaba. A pesar de ello y afortunadamente no hay que lamentar heridos, tal y como ha trasladado el propio alcalde del municipio segoviano, Carlos Fraile.
Ha sido él precisamente quien ha explicado que la situación se ha debido a la "complejidad" de los astados de la ganadería de Valdemoro, que tan solo dos han llegado a las calles de Cuéllar y protagonizando un encierro "muy difícil" en el tramo de campo.
Han sido cinco las reses que han cruzado por el túnel de la autovía, haciéndolo uno de los astados por el uno y los otros cuatro por el dos. De esos cinco, dos llegaron a las calles de Cuéllar, tal y como ya se ha indicado, mientras que otros tres han tenido que ser anestesiados, dos de ellos en lo alto del embudo y el otro en el corral que se preparó en su día para soltar y que ahora se ha habilitado para recoger a los ejemplares.
A mayores, de los dos astados que llegaron a las calles del municipio, uno ha tenido que ser anestesiado en el callejón de la Plaza de Toros, lo que ha provocado que se suspendiese la capea y la posterior probadilla.
Fraile ha querido agradecer a los caballistas, corredores y pastores que han colaborado en la "complejidad" de estas reses, que además, según ha matizado, son las que "mayor tiempo llevaban encabestrándose en la finca del director de campo".
Aunque no ha habido que lamentar daños personales, sí cabe resaltar que dos de los caballos de la dirección de campo han resultado lesionadas, dado que los astados arrancaban "con mucha peligrosidad".