Villamayor finaliza el año con una nueva inversión en materia de eficiencia energética, como es la sustitución de 46 luminarias en la travesía de la Carretera de Ledesma, trabajos que supervisó el alcalde, Ángel Luis Peralvo, en fechas pasadas.
Además de la sustitución, que ya se realizó a principios de 2024, de 85 puntos de luz en la Urbanización de los Almendros, el área de Medio Ambiente continúa ejecutando el plan de acción programado.
El fin es que, antes de finalizar el mandato, se consiga tener sustituidos más del 50% de puntos de alumbrado público, gracias también a las subvenciones recibidas por la Diputación de Salamanca enmarcadas en el Programa de Optimización Energética POE.
La sustitución de lámparas de vapor de sodio por luces LED ofrece varias ventajas, tanto a nivel energético como ambiental.
Con esta sustitución, se disminuye el gasto del alumbrado público, ya que las lámparas LED consumen significativamente menos energía que las de vapor de sodio. Mientras que las lámparas LED pueden convertir aproximadamente el 90% de la energía en luz útil, las lámparas de vapor de sodio son menos eficientes en este aspecto.
Esta reducción se refleja cada año en la cantidad destinada a alumbrado público que, poco a poco, está viendo reducido su importe. Además, las lámparas LED tienen una vida útil mucho más larga que las de vapor de sodio, lo que reduce la necesidad de reemplazos frecuentes y los costos asociados con el mantenimiento.
Esta sustitución también mejorará la calidad de luz, ofreciendo un haz más blanco y uniforme, lo que mejora la visibilidad y seguridad en esta vía de comunicación tan transitada.
Esta tecnología permite un encendido instantáneo y sin parpadeos, lo que mejora la estabilidad de la iluminación, además de poder implementar sistemas de control para adaptar la iluminación a diferentes necesidades y horarios.
Las ventajas de está sustitución también suponen una mejora en el medioambiente. Fundamentalmente, la iluminación LED reduce la huella de carbono. Debido a su eficiencia energética y mayor vida útil, las lámparas LED contribuyen a la reducción de la huella de carbono, usan menos electricidad, lo que se traduce en una disminución de recursos de fuentes de energía (en su mayoría basadas en combustibles fósiles).
Todo ello da como resultados menos emisiones de gases de efecto invernadero. De igual forma, y debido a que su vida útil es más larga, y requieren menor mantenimiento, a largo plazo, las lámparas LED, representan un ahorro considerable en términos de consumo de energía y reemplazos.
Esta inversión ha supuesto una cantidad de 17.922,52 €, que se suma a la inversión de principios del ejercicio, por importe de 31.103,90.