Ni las bajas temperaturas ni la maldita sexta ola propiciada por la variante òmicron doblegaron el ilusionante ánimo de miles de niños, que ayer presenciaron emocionados el peregrinaje de Melchor, Gaspar y Baltasar por las calles de Salamanca. La Cabalgata de Reyes Magos reapareció tras dos años de ausencia motivada por la pandemia del coronavirus. Es cierto que hubo menos niños y padres que en los tiempos prepandémicos de cada 5 de enero, pero la Cabalgata no defraudó y los más pequeños de la casa renovaron su entusiasmo por los Magos de Oriente.
La comitiva partió a las siete de la tarde del parque de La Alamedilla y retornó varias horas después al mismo lugar. Este año el Ayuntamiento optó por ampliar un kilómetro el recorrido para evitar aglomeraciones, todo ello con el propósito de prevenir posibles contagios.
Los Magos enfilaron la avenida de Mirat, tras partir de La Alamedilla, en una Cabalgata llena de luz formada por tres tronos reales, seis carrozas y cuatro grupos de animación.
El nuevo recorrido fijado por el Consistorio llevó a los Reyes posteriormente por el paseo de Carmelitas y avenida de Villamayor para continuar por avenida de Portugal, paseo de la Estación, avenida de los Comuneros y regresar al parque de La Alamedilla. En todos los puntos los Magos y pajes repartieron 5.000 kilos de caramelos.
Además de las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, otras como ‘La estrella fugaz’, ‘La casita de campanilla’ o ‘El barco pirata’ recibieron la aclamación y el cariño del público. La animación corrió a cargo de las compañías salmantinas ‘El Niño Lápiz’ y ‘Planetarium’, la compañía catalana ‘Cercles’ y la valenciana ‘Maracaibo’; mientras que los encargados de la música fueron la agrupación La Expiración y la Escuela Municipal de Música y Danza de Salamanca, entre otros.