La Universidad de Salamanca, a través de CRUE Universidades Españolas, ha lanzado un manifiesto por el 8M en el que habla de una "jornada reivindicativa" y recuerda la "necesidad de mantener el impulso por la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres" ya que la "igualdad legal está muy lejos de la realidad".
Pese a admitir que se ha logrado que las aulas estén integradas por hombres y mujeres, así como los claustros, todavía "esto no se ha logrado en los niveles más altos de la carrera académica y científica, donde persiste ese techo de cristal que hace que solo el 24% del total sean catedráticas. Y en el caso de las decanas, vicerrectoras y rectoras, ese porcentaje es aún más bajo" Para ello, insisten, se ha creado la Delegación de la Presidencia de Crue para las Políticas de Igualdad.
Así, se suman al lema de Naciones Unidas 'Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de las mujeres'. Y es que, como consideran, la Universidad es el espejo en el que se mira la sociedad por lo que se debe liderar la transmisión de los valores de justicia, tolerancia e igualdad.
"Desde la perspectiva de género, las universidades estamos obligadas a visibilizar a las mujeres en el lenguaje, a rescatar la memoria de las que hicieron aportaciones de relevancia al progreso social y a restablecer el mérito a aquellas a quienes se lo arrebataron injustamente. Para ello contamos con el apoyo de nuestras Unidades de Igualdad", continúan en su manifiesto.
Al respecto, consideran de "especial obligación" la reparación y el impulso de las mujeres en todos los campos universitarios. "Es una obligación ética, un principio moral y un rasgo distintivo de las universidades hacer aflorar el talento con independencia del sexo. Sin la participación de las mujeres en igualdad de condiciones se pierde un potencial creativo extraordinario, algo inadmisible si queremos avanzar hacia una economía basada en el conocimiento".
"La igualdad legal constituye el marco jurídico necesario, pero no suficiente, para posibilitar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres. Esa igualdad real y tangible no puede construirse sin la ayuda de todas y todos. Y en esa construcción puede y debe ocupar un lugar relevante el Sistema Universitario Español. Solo con nuestro concurso será posible vencer la «brecha de vida» que las mujeres experimentan al haber recibido una «educación para otros» que las hace renunciar –con demasiada frecuencia– a metas y sueños propios. Solo así restauraremos una humanidad íntegra, solidaria y respetuosa. Solo así conseguiremos un mundo mejor. El 8 de marzo no es un día festivo, es una jornada reivindicativa", culminan.